Con la victoria, Atlético, que llegó a los cuartos de final de la Copa Libertadores en un paso histórico, se ubica como único escolta de Racing en la tabla de posiciones.
Ambos equipos animaron un primer tiempo vibrante: Independiente tuvo la primera oportunidad a través de una acción individual de Maxi Meza, el Decano protagonizó una primera media hora interesante, con mucha intensidad, en la que de a ratos logró meter en su área a un equipo peligroso como el de Ariel Holan. Se puso en ventaja gracias a una estética definición de Rodrigo Aliendro y contó con oportunidades para ampliar.
Pero Meza consiguió que le cometieran penal y Fernando Gaibor se apuntó el 1-1. Sin embargo, Atlético continuó desnudando las grietas en el fondo visitante, con los movimientos de Luis Rodríguez. A los 43′, el Pulguita pisó el área a pura gambeta y el rebote derivó nuevamente en Aliendro, que facturó.
El inicio de la segunda parte calcó el ritmo del primero: ida y vuelta, con el balón pasando un mediocampo sin aduana. A los 7′, llegó el remate de Independiente, a partir de un gol del intratable Gigliotti. Pero el encuentro mutó con la expulsión de Pablo Hernández por doble amarilla: el tucumano ingresó y estuvo apenas 12 minutos en campo.
A partir de allí, el Rojo se replegó y la iniciativa fue casi plena de Atlético, aunque un par de corridas solitarias de Gigliotti lo inquietaron. El local creyó que las chances de victoria se evaporaban cuando Bruno Bianchi falló una oportunidad inmejorable, luego de una asistencia de Rodríguez. Pero el Pulga lo subsanó. Figal le cometió penal y, con su habitual jerarquía, definió cruzado para firmar el 3-2.
Fabio Álvarez selló la victoria con el arco vacío, luego de un contragolpe letal, dado que Martín Campaña había ido a buscar un córner al área contraria.
Así, Atlético quedó a cuatro de Racing, el líder de la Superliga. Y continúa construyendo historia.
