La aplicación móvil nació primeramente con una devolución mensual de 5.000 pesos y luego se actualizó solo un 20% -1.000 pesos más-. La inflación licuó su impacto real, aunque los comercios más pequeños tanto de los pueblos como de las ciudades de la provincia aseguran que sigue siendo una alternativa más que tienen los consumidores para defenderse frente a los fuertes aumentos que se aceleraron durante 2023. “Todo suma”, coinciden.
Según datos oficiales, durante los 12 meses de vigencia el programa impulsó más de 2,5 millones de transacciones, con un promedio en los últimos días de noviembre y diciembre de entre 20.000 y 23.000 compras diarias los lunes, martes, miércoles y jueves, que son los días donde rige el descuento para los rubros de alimentos y farmacias en locales adheridos. En tanto, su uso disminuye de viernes a domingo. Por su parte, el costo fiscal mensual en promedio no llega a un millón de pesos, sin contar que la balanza se compensa con impuestos recaudados por cada operación.
Al observar las operaciones por rubro, el 83% de las compras se realizan en negocios de alimentos, mientras que el 14% corresponde a farmacias, los que sumados representan el 97% y dan cuenta de las necesidades y prioridades de los usuarios para gastar el monto. El 3% restante de las ventas se completa en librerías y jugueterías, bares y restaurantes, y hotelería y hospedaje, que tienen un régimen diferenciado de días, plazos y promociones.
El programa cumple el año con más de 2.500 comercios adheridos en toda la provincia y más de 200.000 usuarios registrados en la aplicación perteneciente a la firma Plus Pagos –la fintech de Grupo Petersen–. Del total de ventas, Paraná representa el 41% del volumen de transacciones, Concordia el 9,5%, Concepción del Uruguay el 4,7%, Gualeguaychú el 2,3% y Gualeguay el 1,7%; pero el resto de las localidades explican el 40,5%.
Esta situación de la distribución geográfica da cuenta de la particularidad del programa que cobró mayor incidencia relativa en los pueblos y ciudades más chicas, donde no llegan las promociones de las grandes cadenas de supermercados o las políticas como Precios Justos que implementó la gestión de Alberto Fernández. De hecho, esta lectura fue analizada por las áreas internas de Comercio en la Provincia a la hora de sostener la política.
A modo de ejemplo, si se realiza un análisis de la cantidad de usuarios registrados respecto de la población en cada localidad, Colonia Avellaneda está primera en la lista con un 61,09% de incidencia; seguido por Oro Verde con el 52,01%; Sauce Montrull, San Benito y Villa Libertador San Martín con más del 30% o Cerrito con el 26%. Ello se explica por la importancia de los comercios de cercanía en la cotidianeidad.
La cantidad de ventas con Billetera Entre Ríos tomaron mayor impulso en agosto, luego de la devaluación –con 300.000 operaciones– y desde octubre –más de 330.000–, mes en el que se logró complementar esta aplicación con el programa Compre sin IVA de Nación, siempre y cuando los fondos para pagar fueran los de la cuenta bancaria con la tarjeta de débito asociada. Así, los usuarios todavía pueden combinar ambos descuentos y lograr hasta un 51% de reintegro en comercios de alimentos y farmacias.
Si bien el uso de las billeteras virtuales va creciendo naturalmente como modo de pago en estos tiempos de transformación digital, en la Argentina su inserción de ve acelerada por el proceso inflacionario, cuyos índices no se registraban desde hace 30 años. Así, cualquier tipo de descuento o reintegro es un pequeño bálsamo para muchas familias que echan mano a cualquier tipo de estrategia de “ahorro” frente a una pérdida de poder adquisitivo que les impide llegar a fin de mes.
En el caso de Billetera Entre Ríos, su arribo fue posterior a lo sucedido en la vecina provincia con Billetera Santa Fe, donde allí fue clave para sostener la facturación de los comercios en época de pandemia y hoy tiene un nivel de inserción importante. En cambio, la experiencia en estas tierras fue diferente y, si bien demoró, ayudó sobre todo a morigerar el impacto del aumento de precios en la canasta básica y medicamentos este último año. De igual modo, en ambos casos terminó siendo una herramienta clave de la microeconomía diaria de las familias.
En este nuevo escenario de ajuste fiscal se abren interrogantes entre los usuarios y los comerciantes sobre cómo seguirá. Es importante aclarar que el 85% del reintegro es cubierto por el Estado provincial y el 15% restante por los comercios adheridos. De todas maneras, en Entre Ríos el programa tuvo un costo fiscal relativamente bajo, ya que en 12 meses no llegó a totalizar los 10 millones de pesos para la Provincia, con la contrapartida del registro de operaciones –menos informalidad– y el recupero vía impuestos.
En Santa Fe, la nueva administración de Maximiliano Pullaro decidió orientar el subsidio a los sectores más carenciados, con un impasse de reintegros desde el 1 de enero; mientras que en Entre Ríos todavía se encuentra en etapa de análisis. El flamante gobernador Rogelio Frigerio realizó declaraciones a la prensa y señaló que será evaluado por su equipo económico, a la luz de que primero hay otras urgencias como pago de aguinaldo, los sueldos de diciembre y el vencimiento de deuda en dólares de febrero que deberá atender. Para entonces, pondrá en la balanza el costo fiscal versus el impacto en comercios entrerrianos y usuarios.
