Al respecto, el jefe de la Dirección de Inteligencia Criminal, Gabriel Ferro, confirmó que “gracias al desarrollo de la Inteligencia Artificial, se pueden clonar audios y hasta la imagen de una persona”. “Con cinco minutos del audio de una persona, es posible recrear la voz y hacer lo que uno quiera que diga”, alertó.
“Gracias al desarrollo de la Inteligencia Artificial, se pueden clonar audios y hasta la imagen de una persona para la comisión de delitos; a nivel internacional ya ocurrieron estafas millonarias a empresas, incluso a través de videos en vivo en los que un supuesto empresario pide una transferencia y resulta que se trataba de una imagen recreada con IA”, explicó Ferro.
“Hay miles de manera de robar nuestra voz e imagen del rostro”
Para el ingeniero y funcionario policial, “son herramientas cada vez más al alcance de los delincuentes, que son muy económicas y hasta pueden llegar a ser gratis”; y remarcó que “los estafadores especializados, que se dedican a este tipo de delitos, invierten en capacitaciones que son muy costosas, porque tienen el dinero para hacer esa inversión, pero no se suele demandar de una gran tecnología”.Según el titular de Inteligencia Criminal, “es casi imposible prever” la falsedad de este tipo de audios e imágenes. “En el caso de los videos, es necesario estar atentos a movimientos extraños que puedan verse porque a veces se comenten pequeños errores en la edición; mientras que, en el caso de los audios, prestar atención a la tonada y las palabras que se utilizan”, recomendó. “También pueden hacerse preguntas privadas, que sepamos que solo esa persona conoce las respuestas, para de esa manera asegurarnos que la persona es quien dice ser”, acotó al respecto.
“Hay miles de manera de robar nuestra voz e imagen del rostro”, sentenció Ferro. De hecho, comentó que “todos publicamos en redes sociales audios y videos hogareños en los que se escucha nuestra voz; también estamos en centenas de grupos de WhatsApp en los que enviamos audios”.
Las artimañas que utilizan los estafadores
En relación a las artimañas que utilizan los estafadores, Ferro comentó que éstos suelen hacerse pasar por empleados de una empresa o por otra persona. “Si dicen ser de la compañía de electricidad o de Anses, por ejemplo, aducen que llegará un número con el código para tal pago de cuota”, indicó.De hecho, al dar cuenta de denuncias por el robo de cuentas de WhatsApp, el funcionario policial especificó que “los estafadores aducen que para ingresar o permanecer en los grupos es necesario enviar el código que les llegará por mensaje; pero el código es el código de verificación de su propio WhatsApp, es decir que la víctima termina entregando la clave de acceso a su cuenta”.
“Y si bien hay otras metodologías más complejas, esa es la modalidad más común y está haciendo estragos en todo el mundo”, recalcó.
Cómo se investigan los delitos informáticos
Para la investigación de este tipo de delitos informáticos, Ferro destacó la importancia de la capacitación al personal policial, pero apuntó a “la debilidad pasa por nuestras leyes, que todavía son bastante antiguas y les faltan modificaciones; además de la falta de recursos también es un factor importante en todos los niveles, tanto policial como judicial y gubernamental”.
“Hubo una ola gigante de estafas porque, lamentablemente, a los delincuentes les reditúa y es un éxito para ellos”, reconoció.
Finalmente, Ferro recomendó “revisar la lista de contactos porque hay personas con las que hace tiempo no tenemos relación y eliminarlos, porque esa línea ahora puede pertenecer a otra persona, quien tendrá acceso a los grupos y podría llegar a estafarnos”.
Cuando una persona es víctima de una estafa o cualquier delito informático, debe acudir a la comisaría más cercana o a Fiscalía, desde donde se derivará la investigación al área policial correspondiente.
Para mayor información, los interesados pueden seguir las redes sociales de la Dirección Inteligencia Criminal a @incrimpoler.
