La modificación de los precios variará en forma homogénea a todo el mapa de servicios, aunque se estima que los vigentes a Buenos Aires podrían tener mayores incrementos. Desde la Terminal de Paraná, un pasaje a Retiro tiene un costo hoy de alrededor de 1.200 pesos; hacia Córdoba se pueden obtener entre 750 y 900 pesos; hacia Mendoza se comercializan entre 1.300 a 1.700 pesos; y hacia Posadas (Misiones), cerca de los 1.500 pesos. De todos modos, el cuadro de tarifas es muy complejo de determinar: los precios de los pasajes de micros de larga distancia resultan tan oscilantes y variables como cualquier producto hoy en una góndola. Además de distintas promociones por el uso de tarjetas, o para viajar en determinadas fechas, o de comodidades que se ofrecen, se da también el fenómeno denominado low cost –similar al existente para el sector aerocomercial–, que propone descuentos hasta del 50% en los pasajes que se adquieran con 30 días de anticipación como mínimo, con un cupo de tres a cinco butacas por micro, y cuya promoción no es válida para fines de semana. El gobierno nacional, mediante Resolución N° 183/2018 publicada hace 15 días en el Boletín Oficial, autorizó un aumento de hasta el 30,61% en las tarifas de referencia para los ómnibus y micros de larga distancia. La medida dispuso la modificación del valor de referencia de las tarifas, pero cada empresa podrá determinar sus propios precios. Esa Base Tarifaria de Aplicación (BTA), utilizada para calcular las tarifas, no se actualizaba desde agosto de 2016.
En promedio, el aumento será del 10%, confirmó ayer un representante de la Asociación Empresaria del Transporte Automotor (AETA). El dirigente confió que a diferencia del transporte dentro del territorio entrerriano –cuya tarifa es autorizada por la Dirección de Transporte de la Provincia–, los micros de larga distancia han ido aplicando aumentos durante el año, conforme el proceso inflacionario existente.
Las empresas se pudieron ir acomodando a esa situación a partir de la banda de precios máximos y mínimos existentes. De todos modos, sostuvo que ese sector del transporte se ha ido adaptando al mercado en función de la oferta y la demanda. Así, estimó que la cantidad de pasajeros viene cayendo en la comparación interanual, y en comparación con el año pasado, ya está por debajo del 20% al 25% de pasajeros transportados. "Las empresas vienen levantando servicios; el recorte tiene que haber llegado a casi un 30%. "Así como una fábrica detiene una línea de producción, aquí sucede lo mismo, no tenemos línea de producción, pero tenemos servicios y frecuencias, y vamos achicando en función de la demanda", explicó el directivo.
Y si bien cada año la llegada del verano promete un incremento de la actividad para el sector, por ahora no hay indicios de un fuerte movimiento del mercado interno del turismo: se estima que las reservas hasta la fecha rondan el 50% del promedio habitual para la época.
