“Pastoral de la Salud es salir al encuentro de ese Jesús que por determinadas cosas está enfermo y necesita de otros cuidados. No solo enfermedades físicas, sino hay otros enfermos que requieren de alguien que los escuche”, explicó la religiosa. Y agregó: “Hay que estar preparado para salir al encuentro de aquel a quien vas a visitar. Por ejemplo hay dos ancianos a quien voy a visitar que perdieron un hijo y necesitan que se los escuche en ese momento de dolor”.
Parte del trabajo que realizan está enfocado a acompañar a las personas en el último tramo de su vida. “Los abuelos en general disfrutan muchísimo la compañía. Visitarlos es muy bueno y en Colón tenemos siete hogares de ancianos. Cuando vemos que a alguna persona mayor le gusta rezar, le estamos dando una nueva misión. Los hace sentir bien estar ocupados en medio de tanto tiempo de soledad”, dice Norberto.
En relación a esto, el Padre Rodolfo cuenta que “a nivel nacional se está gestando una Unión de Enfermos Misioneros. Uno visita a un abuelo y parece que todo lo hace uno, pero es bueno ayudarlo a descubrir que él en esa etapa también es útil y tiene algo para dar, por ejemplo proponerle rezar por los chicos de la Catequesis. Hay que involucrarlos porque son parte de la sociedad”.
Por otra parte, da detalles de la acción misionera que llevan adelante: “Una dimensión es la atención amplia en el mundo de la enfermedad, tocando a los abuelos –como hablábamos recién- o la Pastoral de Adicciones, por ejemplo. Pero la Pastoral de la Salud es –si tuviéramos que definirla- continuar con la acción salvífica de Cristo. Es seguir obrando la salvación de Cristo en medio de la sociedad. Él es quien nos convoca y es un servicio a la evangelización en el mundo del dolor como es la enfermedad, la pérdida de un ser querido, las adicciones, la problemática de los abuelos abandonados. Pero si bien es un servicio destinado a quien carece de salud, también involucra a los sanos a través de gestos concretos: presencia, cercanía, consuelo, alivio, sanación”.
“También hay que tener en cuenta que uno llega al enfermo, pero detrás hay una familia (hijos, esposo, padres) y es importante el acercamiento a ellos, ponerles el oído o darles un abrazo. Se trata de una pastoral de la presencia y el consuelo. Es una cuestión vocacional, por eso merece discernimiento. No todas las personas estamos llamadas a lo mismo”, dice el sacerdote.
La Hermana Gabriela acota: “Hay diferentes formas de ser parte de la pastoral. Por ejemplo puede ser consiguiendo las cosas que el enfermo necesita”.
Norberto Acevedo aporta el dato de que Pastoral de la Salud de Santos Justo y Pastor cuenta actualmente con 32 integrantes, entre Ministros de la Eucaristía y agentes. “Si hay alguien que necesita ayuda nos ponemos en contacto para ver quién puede asistir. Suelen comunicarse a la secretaría parroquial. También visitamos los hogares y celebramos la palabra”.
El Padre Rodolfo Rapuzzi –quien es delegado episcopal de la pastoral en la diócesis- explica que en la diócesis son 35 las parroquias que cuentan actualmente con Pastoral de la Salud. Acá en Colón hay en ambas parroquias; también en Villa Elisa y en San José está comenzando este año.
En cuanto al pedido de ayuda, el sacerdote hace hincapié en que facilita el trabajo de la pastoral respetar la jurisdicción. “Para organizarnos mejor, si hay un enfermo a dos cuadras de una de las dos parroquias, llamar a esa, ya que hay Pastoral de la Salud en ambas”.
También “si alguien siente el llamado a ser parte, puede venir a hablar con alguno de los que formamos parte de esta pastoral”, concluye.
Los teléfonos para comunicarse son: (03447) 421109 (Parroquia Santos Justo y Pastor); 421898 (Parroquia Nuestra Señora del Carmen).
