El encuentro comenzó un rato más tarde de lo estipulado por la falla de uno los relojes y, cuando la americana comenzó a picar en el parqué, se vio un juego intenso pero errático por parte de ambos en los primeros pasajes.
En el segundo cuarto, el juego se volvió más impreciso porque ambos equipos apostaban al ataque por ataque y consumían rápidamente sus ofensivas. Y si bien el local tomó una leve ventaja (23- 20) con dos canastas de Gómez, la aparición de Goldemberg (8 tantos) le permitió a Platense adueñarse del tablero para marcharse al entretiempo arriba 26-30. Al regreso Platense encontró su mejor versión, moviendo bien la pelota y encontrando lanzamientos cómodos para ir tomando una diferencia que a la postre sería decisiva. La Unión dependió de arrestos individuales de Benítez, Silva o Gómez en ataque y en defensa no pudo encontrar soluciones para frenar a Pappalardi. Filoso desde el perímetro, el “Calamar” se escapó 42-55 cumplidos los 30’ con buen juego y goleo repartido.
Una ráfaga de Young (5 puntos) resultó esperanzadora para La Unión, que en el comienzo del último cuarto limó la diferencia a un dígito (50-59) y volvió al partido. Platense perdió la fluidez del pasaje anterior y La Unión fue efectivo para capitalizar sus oportunidades y con un parcial de 13-6 (7 de Silva, 4 de Gómez) se puso a un doble: 63-65 con 4’ por jugar.
Un triple de Pappalardi a 2’15 resultó letal para las aspiraciones locales, porque la diferencia se amplió a 9 puntos (64-73). Aún así, los “Rojos” no se dieron por vencidos y lucharon hasta el final (se pusieron 74-78 con un triples de Benítez a 14’’), aunque no fue suficiente para lograr la remontada.
