Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Casas de madera en Agua Patito
Casas de madera en Agua Patito
Casas de madera en Agua Patito
La Municipalidad de Concordia entregó recientemente los títulos de propiedad a 35 familias de Villa Cresto, un barrio ubicado en el extremo noroeste de la ciudad. ¿Cuál fue el camino transitado para arribar a esa “solución”? ¿Quedan muchas familias sin vivienda propia en la “capital del citrus”? ¿Son 8.000 como dijo un conocido dirigente del PJ? ¿Qué programas se están ejecutando para responder al problema?

En busca de respuestas a estos interrogantes, el programa Despertá con Nosotros, que se emite por Oíd Mortales Radio y Radio 12 (lunes a viernes de 7 a 9), dialogó con Marina Peñaloza, presidente del Instituto de Viviendas y Tierras Autárquico Municipal. Su sigla: INVyTAM.

Concordia tiene “tanto ingreso mensual de familias que vienen a trabajar, a buscar una oportunidad. Crece ese ingreso de familias, que se van ubicando de manera irregular en la ciudad. Son familias que vienen de afuera. Nosotros estamos en contacto, por ahí se acercan al Instituto, son de afuera, vienen a trabajar y la forma primera de parar en la ciudad es, lamentablemente, irregular”. Tal la respuesta a la que apeló Peñaloza, al recordársele que meses atrás el exintendente Juan Carlos Cresto aseguró que en la ciudad hay aproximadamente 8.000 familias sin vivienda propia.

“El déficit habitacional -explicó la titular del INVyTAM- se divide en dos. Uno es el cualitativo y el otro cuantitativo. El cualitativo refiere a familias que están en un lote, que puede ser municipal, en una casa que no cumple las condiciones que tendría que cumplir para ser una casa saludable. Y está el cuantitativo, porque Concordia, al tener tanto ingreso mensual de familias que vienen a trabajar, a buscar una oportunidad, la verdad que sí, crece ese ingreso de familias, que se van ubicando de manera irregular en la ciudad”, admitió.

El Instituto Municipal de la Vivienda, según precisó Peñaloza, cuenta con un equipo de 40 personas que se divide en diferentes áreas: legal, contable, regularización dominial de tierras y viviendas, social, inspecciones y proyectos y obras. “Dependemos del municipio. Nuestro presupuesto es municipal. Además, tenemos el fondo específico, en función de las cuotas que ingresan del programa Mi Casa, y gestiones que se hacen en Nación para bajar programas de viviendas, plan nacional de suelo. Ahora estamos ejecutando dos planes nacionales de suelo en Concordia: uno de 65 lotes y otro de 110 lotes. También estamos ejecutando 145 viviendas de madera”, detalló.

- Originariamente, ¿las tierras donde está afincadas estas 35 familias que acaban de recibir sus escrituras eran privadas o eran del Estado?

- Toda la zona de Villa Cresto, Agua Patito, Los Pájaros, pertenece… es una zona planificada, que tiene toda la infraestructura necesaria para la vida urbana, agua, cloaca, electricidad. Muchas zonas tienen cordón cuneta, asfalto, equipamientos como centros de salud, CDI, escuelas. Es una zona planificada, con espacios verdes, parques. Y sí, hay sectores en los que se puede ir construyendo porque son terrenos municipales, donde se hizo el proceso de subdivisión de la tierra y se puede escriturar.

-¿Eran de un privado y la municipalidad expropió?

- Sí, y se hizo una planificación.

- ¿Estas familias debieron abonar algo para seguir allí?

- Los terrenos sí son abonados por los vecinos y lo que se paga desde el presupuesto público es la mensura, que vino dentro del programa, y se dispuso de presupuesto también para realizar las escrituras.

-¿Pagan cuotas en base a algún plan crediticio?

- Sí, por el programa Mi Casa, pagan el terreno. Se dispone de cuotas mensuales, sociales, dinero que ingresa al fondo específico para poder seguir comprando tierras.

- Así que, con el dinero que abonan las familias, se constituye el fondo para seguir comprando tierras.

-Sí, eso es el programa Mi Casa.

-En su momento, el exintendente Juan Carlos Cresto habló de 8000 familias sin vivienda propia en Concordia. ¿Tienen un registro que precise si esas son las dimensiones del problema?

-El déficit habitacional se divide en dos partes. Una es la cualitativa y la otra cuantitativa. La cualitativa refiere a familias que están en un lote, que puede ser municipal, en una casa que no cumple las condiciones que tendría que cumplir para ser una casa saludable. Y está la cuantitativa, porque Concordia, al tener tanto ingreso mensual de familias que vienen a trabajar, a buscar una oportunidad, la verdad que sí, crece ese ingreso de familias, que se van ubicando de manera irregular en la ciudad. Son familias que vienen de afuera. Nosotros estamos en contacto, por ahí se acercan al Instituto, son de afuera, vienen a trabajar y la forma primera de parar en la ciudad es, lamentablemente, irregular. -¿Este fenómeno migratorio, de familias llegando a Concordia a buscar trabajo, sigue produciéndose hoy en día? ¿Hay algún área de la Municipalidad que lo esté relevando, para conocer sus alcances?

-Los que primero tienen contacto son los que se acercan a los centros de salud, a los comedores, a los CDI, son áreas de Desarrollo Social. Nosotros nos juntamos en reuniones con los compañeros que trabajan en esas áreas y manifiestan que mensualmente tienen chicos nuevos que vienen de afuera, de otras provincias, de Misiones, de Corrientes. Cuando ocupan terrenos privados, nosotros no tenemos de inmediato una intervención.

-¿Sigue aplicándose el requisito de no haber usurpado para quienes se anoten para acceder a viviendas de planes sociales?

-Sí. Cuando hay usurpaciones nos avisan, trabajamos con la Guardia Urbana. Pero, cuando son terrenos privados, nosotros tratamos de evitar, explicar la situación a la familia, que no es algo bueno, pero no podemos hacer una denuncia. Lo que hacemos es avisar al dueño que su terreno está siendo usurpado. Muchas veces los dueños toman acciones y otras veces los mismos dueños no hacen nada y son los lugares donde los asentamientos precarios crecen porque al no denunciar no se los desaloja y van quedando.

Desde el Instituto lo que se ofrece es que las familias se anoten y queden en una lista de espera y, en la medida que se van comprando tierras y generando lotes, vamos ubicando a esas familias.

-¿Cómo está compuesto el Instituto Municipal de la Vivienda y con qué presupuesto se maneja?

-Somos un equipo de 40 personas, que se divide en diferentes áreas, legal, contable, regularización dominial de tierras y viviendas, social, inspecciones y proyectos y obras. Dependemos del municipio. Nuestro presupuesto es municipal. Además, tenemos el fondo específico, en función de las cuotas que ingresan del programa Mi Casa, y gestiones que se hacen en Nación para bajar programas de viviendas, plan nacional de suelo. Ahora estamos ejecutando dos planes nacionales de suelo en Concordia: Uno de 65 lotes y otro de 110 lotes. También estamos ejecutando 145 viviendas de madera.

-¿En qué zona de la ciudad?

-En Agua Patito esas 145, que son una primera etapa de 250. Estamos por llamar a licitación para 105 viviendas más. Y los planes nacionales están uno en el noroeste y otro en Cambá Paso.

-¿Esas viviendas de madera, qué características tienen?

-Son de alta prestación, con las aislaciones desarrolladas desde el INTA. Son casas que en verano son frescas y en invierno cálidas. Tienen 50 metros cuadrados, con dos dormitorios, con terrenos de 250 metros cuadrados.

-¿Cuánto hace que se empezaron a construir y cuándo estarían terminadas?

-Estamos en ejecución de 145. Con la empresa que estaba construyendo hubo que dar de baja el contrato porque se fue atrasando con los plazos. Quedó un tiempo la obra parada. Hubo que gestionar, logramos actualizar los precios y ahora de vuelta se reactivó. Estamos en el sexto o séptimo mes de obra de un año y medio.

-¿O sea que estarían terminadas cuando se cumpla ese año y medio?

-Lo que vamos haciendo son entregas parciales. Nosotros relocalizamos familias. Relocalizar 145 familias juntas es bastante complejo, en muchos sentidos. Por eso, a medida que vamos terminando, relocalizamos. Ahora, en una o dos semanas, vamos a relocalizar las primeras diez de esta etapa.

-¿O sea que habrá 10 casas de madera ya terminadas y ocupadas?

-Exactamente.

-Uno se imagina que la construcción en madera puede ser más ágil, más rápida, que la convencional. Pero, por lo que nos cuentas, hubo atrasos con la contratista.

-Sí, con la empresa anterior. Hubo que dar de baja los contratos. Y hubo un tiempo administrativo para salir de esa dificultad.
Fuente: El Entre Ríos - Oíd Mortales Radio

Enviá tu comentario