Por aquel entonces, la dirigencia de la entidad céntrica de Colón, liderada por Carlos Delasoie, decidió concluir un ciclo de 11 años ininterrumpidos en el TNA luego de una temporada 2003/2004 que deportivamente no fue la esperada (el equipo perdió 13 de sus 14 partidos en la segunda fase y quedó eliminado en 8° de final, luego de ir ganando 2-0 la serie ante Independiente de Zárate) y significó un importante esfuerzo económico, fundamentalmente porque, a diferencia de la mayoría de los clubes, los colonenses siempre se caracterizaron por mantener al día a sus planteles.
Con la decisión tomada, la conexión entre La Unión y Estudiantes de Formosa surgió a través Mario Romay, oriundo de esa provincia, quien supo brillar años antes con la musculosa número 10 del “Rojo”, de quien aún es, en la segunda división, el máximo goleador y el segundo jugador con más presencias.
“Nosotros queríamos dejar la categoría porque había una situación económica irresistible. Entonces Mario Romay, sobrino del gobernador de Formosa, lo entusiasmó para comprar la plaza. Entonces contraté a Fernando Bastide, exdirigente de Ferrocarril Oeste, para que haga los papeles y directamente negociamos con Gildo Insfrán, gobernador de Formosa. Y por dos años, La Unión quedaba como responsable de que La Unión de Formosa les pague a los jugadores”, recordó Carlos Delasoie a la prensa oficial del “Rojo”, que en las últimas horas realizó una publicación por el aniversario.
En la Liga Nacional fue debut y despedida, porque en la primera campaña (2005/2006) el “Celeste” terminó descendiendo.
No obstante, en la temporada 2008/2009, ya con Romay como dirigente, y con Gabriel Piccato, otro con pasado en La Unión de Colón, como DT, el conjunto formoseño volvió a subir a la Liga Nacional, ahora sí para no bajar más.
En 2012 fue invitado a jugar la Liga de las Américas y lo hizo con gran performance, obteniendo el subcampeonato.
En 2015/2016 realizó una gran campaña a nivel liguista y también fue subcampeón perdiendo en la definición frente al poderoso San Lorenzo de Almagro.
Sobre este proyecto que celebra 16 años, Romay, en diálogo con El Entre Ríos, expresó: “El hecho de haber traído la franquicia a Formosa me dio un gran impulso. Mi vida cambió bastante, actualmente soy el presidente de la Federación de Básquet y hace ocho años el subsecretario de Deportes de la provincia”. Y añadió: “Me tocó ascender y descender como jugador y dirigente, pero en su momento decidí correrme porque no podía estar en los dos lados del mostrador. Un par de años después armamos un lindo proyecto con Gabriel Picatto y pudimos devolver al club a la Liga Nacional, festejándolo junto a mi gente en un estadio con 5 mil personas”.
