Por primera vez en mucho tiempo, se puede observar un río Paraná libre de llamas en sus costas, al menos en gran parte del tramo que atraviesa el territorio argentino, desde las provincias de Chaco y Corrientes, hasta su desembocadura en el estuario del Río de la Plata.
Se trata de una herramienta que maneja la agencia espacial norteamericana denominada “Fire Information for Resource Management System” (Información sobre incendios para el sistema de gestión de recursos) y que ha sido de gran utilidad durante el asedio del fuego en el humedal, a fin de dimensionar un fenómeno que durante semanas pareció encontrarse fuera de control.
Aunque se establecieron diversos programas de acción con efectivos del Plan Nacional de Manejo del Fuego y bomberos voluntarios, las acciones oficiales no alcanzaron sobre los incendios que se cobraron importantes superficies de flora y fauna autóctona.
En efecto, las precipitaciones que se iniciaron de manera aislada el fin de semana y que se hicieron presentes con mayor nivel y cobertura desde el lunes, aparentemente, fue lo que permitió volver a vislumbrar un paisaje libre de humo de incendios forestales.
Por otra parte, y según el reporte diario del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, el estado de situación de la zona del Delta es de “guardia de cenizas”.
