Antes de partir desde Concordia vio que comenzaba el ataque de Rusia a Ucrania y supo que sería un viaje distinto. En lugar de posponer su visita, decidió pensar cómo podía ayudar una vez que estuviera allí.
“Es un viaje que tenía programado, cuando lo programé no se estaba viviendo toda esta situación de guerra entre Ucrania y Rusia. Tenía que venir por un tema de pasaporte, porque tengo ciudadanía polaca. Vine a hacer los trámites, aproveché para visitar una ciudad que tenía pendiente, en donde nació mi abuelo”, contó, en diálogo con Ahora Más (Lunes a viernes de 9 a 12 por www.oidmortalesradio.com.ar).
“Cuando empezó la guerra pensé seriamente si hacer el viaje o no, porque con todas las noticias que veía desde Concordia me daba impresión. Veía lo que pasaba y no sabía qué hacer, sentía mucha impotencia por la situación, porque no podía hacer nada, porque veía a los niños y las mujeres escapando y me decía que teniendo todo para venir quizás algún granito de arena podía aportar, si viajaba quería sumarme a algo”, indicó.
Ese granito de arena pudo ser aportado. Mientras daba una caminata se encontró con quienes estaban buscando gente que ayudara y no lo dudó. “Caminando por la estación central de Varsovia durante el fin de semana vi dos carpas grandes que instaló el gobierno de Polonia que fueron armados a modo de centro de paso para refugiados, porque es impresionante la cantidad de personas que se han movilizado desde Ucrania a este país. El ejército polaco estaba buscando voluntarios y me ofrecí, encontré eso que quería, ver en dónde podía poner mi granito de arena, me tomaron para un turno que va desde las 6 de la tarde hasta las 12 de la noche, porque toman cualquier tipo de voluntarios, ya que hay de todo para hacer porque el tránsito de personas que escapan de Ucrania es incesante, realmente no alcanzan las manos para poder asistirlos a todos”, contó a la emisora de El Entre Ríos en Concordia.
Para poder ser uno de los colaboradores, los postulantes deben pasar algunos controles. “Me pidieron el pasaporte, le sacaron una foto y luego me hicieron escanea un código QR. Una vez que hice eso, me hicieron entrar en una página y llenar un formulario con mis datos y responder unas preguntas. Con eso buscan saber qué ayuda podés ofrecer. Luego te dan un chaleco y una credencial. Antes de arrancar ponen a un voluntario como líder que es el guía de los demás”, explicó el entrerriano.
Luego de los controles, el concordiense cumplió con su turno. A la experiencia la describe como “un aprendizaje” y es una situación que significa un cambio en su vida. “Es muy fuerte todo lo que se vive. Entre medio de las conversaciones que se van dando con las personas que escapan escuchás historias que te aniquilan, aunque tenés que aguantarte y ser fuerte porque si no no podés ayudar. Es una experiencia que me cambió la vida, que me marcó para siempre y estoy feliz de haber podido hacer algo en medio de una situación tan fea. Toda la gente que está poniendo su granito de arena, todos los polacos y quienes se ofrecen, hace una montaña, que es lo que ellos necesitan para sentir que tienen respaldo ante una situación tan complicada”, aseguró.
Por último, aclaró cuál es la situación respecto de las restricciones por la pandemia. “Entré por Alemania y allí levantaban hoy -lunes- las restricciones. En Polonia levantaron todas las restricciones, no piden barbijo en transporte, restaurantes y demás. Sí tienen puestos de sanitización y dejan a elección el uso como en otros lados. Dieron vuelta la página de la pandemia y están más ocupados con la guerra”, concluyó.
