La historia del joven delantero de 22 años cuenta con varias curiosidades que la hacen especial. Para empezar, su estreno en el Millonario, donde se formó desde octava división en adelante, fue prácticamente soñado: Gallardo lo mandó a la cancha por primera vez el 17 de septiembre de 2017, ante San Martín de San Juan, y le respondió con un gol.
Tamaña presentación hacía pensar que su futuro seguiría marcado por la banda roja en el pecho, pero finalmente el camino lo llevó hacia otro lado. “Después del debut seguí jugando en Reserva, también tuve la posibilidad de integrar la Sub 20 de la Selección Argentina. Justamente entrenando con la Selección me lesioné, me fracturé el quinto metatarsiano, estuve parado unos 6 meses. En River no podés dar ventajas porque los chicos que vienen detrás están con ganas. Estuve mucho tiempo fuera de las canchas y eso no ayudó”, explicó Picazzo, meses atrás.
Es que recién un año y medio después volvió a jugar en el River de Gallardo (27 de enero de 2019, en la derrota 3-1 contra Patronato) y ese partido fue más un adiós que un regreso. Fue su última participación en el Millonario, ya que luego partió a préstamo a Villa Dálmine, en julio de ese año.
Al retornar de la cesión, el DT le hizo saber que no lo iba a tener en cuenta y rescindió su contrato con el conjunto de Núñez. A partir de allí, el delantero comenzó a entrenarse por su cuenta y viajó a España para buscar un nuevo destino futbolístico, que encontró recientemente: UD Fuente de Cantos, club de la Primera región de Extremeña (sexta división de España).
