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Diario El Entre Ríos convocó a integrantes de Colectiva de la Plaza, un movimiento compuesto por diferentes organizaciones feministas y mujeres independientes que suelen reunirse en Plaza San Martín de la ciudad de Colón. El objetivo de la entrevista es que tengan la palabra en torno a la posible despenalización del aborto y den su opinión sobre algunos aspectos puntuales de la ley, a pocos días de que el Senado de la Nación dé su veredicto.

En representación de la asamblea concurrió a la redacción María José Velásquez, de 21 años de edad, estudiante de Historia e integrante de “13 Rosas”, el frente feminista del Partido de Izquierda Razón y Revolución.

-¿Estás de acuerdo con que la ley se sancione tal como está o propondrías algún cambio?

-Me parece importante que se despenalice el aborto, porque acá de lo que estamos hablando es de si hay aborto legal, seguro y gratuito o aborto clandestino. Las muertes por aborto clandestino son un crimen social perpetrado por el Estado capitalista que elige mirar para un costado ante una realidad social que requiere presencia inmediata.

En cuanto a la ley, en lo personal, lo que no me termina de cerrar es el tema de la libertad de conciencia que establece la ley, cuando la institución lo tiene que practicar. Se van amparando uno tras otro, entonces vas a cinco médicos diferentes y los cinco te dicen “yo tengo libertad de conciencia no te voy a hacer el aborto”. Eso me hace ruido.

-Al parecer la mayoría de los médicos no estarían de acuerdo porque contradice el juramento hipocrático, que los compromete a defender la vida desde la concepción.

-Claramente.

-Algunos puntos de la ley generan mayor debate entre los legisladores y en la sociedad en general. Por ejemplo el hecho de que un artículo deja abierta la posibilidad de que una mujer decida abortar en cualquier etapa del embarazo.

-La ley establece que la mujer puede abortar hasta la semana 14, lo otro lo desconozco.

-¿Pensás que la ley puede favorecer los abortos selectivos? Por ejemplo hay países del primer mundo donde a partir de la despenalización del aborto no nacieron más personas con síndrome de Down.

-Creo que el aborto es una cuestión de clases. Las mujeres de clase obrera recurren a un aborto clandestino, las de clase burguesa pagan. El aborto es selectivo.

No creo que en Argentina vaya a pasar que el aborto tenga que ver con una enfermedad o chicos con síndrome de Down, sino que pasa más por una decisión propia de la mujer.

Que hoy se esté debatiendo esto es prueba de que salir a las calles sirve, va por ese lado. Es una cuestión de la libertad de la mujer para decidir.

-¿Estás de acuerdo con que le practiquen un aborto a una menor a partir de los 13 años sin dar aviso a sus padres? Para cualquier otra práctica médica, e incluso realizarse un piercing o un tatuaje un adulto responsable debe firmar una autorización.

-Me parece que a los 13 años es una nena, y no está preparada para ser mamá. Tiene una vida por delante y pasó lo que pasó porque quizá no tuvo educación sexual. Lo que remarca la campaña es eso, la educación sexual para elegir.

Los padres deberían saber que se va a hacer un aborto, pero para mí bajo ningún punto de vista está preparada para ser mamá.

-Si no es sencillo que se denuncien los abusos sexuales y se condene a los violadores, la posibilidad de un aborto libre, sin necesidad de argumentación ni denuncia previa, y sobre todo en el caso de chicas muy jóvenes que a lo mejor sufren abuso en su propio entorno, ¿no podría contribuir a que estos casos no se denuncien y permanezcan impunes?

-Las mujeres se están callando cada vez menos, me parece lo contrario, que la ley se sancione va a ayudar a que muchas entiendan la importancia de salir a las calles y luchar.

-¿Qué papel juegan los hombres y eventuales padres frente a un embarazo? ¿Deberían tener algún tipo de decisión?

-La mujer engendra. La decisión es de la mujer. Hay muchas mujeres que tienen 40 años, ya tienen tres hijos y por un error, porque falló el método anticonceptivo quedan embarazada y no quieren tener un cuarto hijo. Tienen una familia estable, pero es su cuerpo, ellas tienen que decidir si quieren o no ser mamás, no el hombre. Es decisión pura y exclusiva de la mujer.

-¿Qué va a pasar con la implementación de la ley cuando nuestra Constitución Nacional y las de la mayoría de las provincias dicen que desde el momento de la concepción existen derechos?

-Hay que ver si se constituye como una vida o no. Particularmente no creo que sea una vida, para mí son células en formación. Son una potencialidad, no una vida plena.

Las mujeres vivimos en un sistema que nos oprime constantemente. Estamos obligadas a llevar adelante la reproducción social de la vida humana. Por ser mujer, vos sos la que cuando sea bebé lo vas a cambiar, lo vas a cuidar, a llevar a la escuela. Deja de ser algo compartido entre dos personas, padre y madre, y pasa a ser una responsabilidad individual de las mujeres. La maternidad tiene que ser compartida entre hombre y mujer, sino se crea una mentalidad individualista en que la mujer sola por la concepción de que somos una incubadora, tenemos que llevar adelante la reproducción social de la vida humana.

-¿No es una contradicción entonces, si decimos que debe ser un hecho compartido entre hombre y mujer, que al hombre lo dejemos afuera de la decisión de continuar o no con la gestación de ese hijo?

-Creo que no. Porque la mujer engendra, ella lo lleva en su vientre y si decide no seguir con ese embarazo por alguna razón, está bien. Y si decide seguir el embarazo con su pareja, perfecto, y que sea una responsabilidad compartida.

-La ley no contempla qué se hará con los restos de los fetos que se aborten ¿Pensás que es una falencia de nuestros legisladores no haber pensado en eso, para evitar así una comercialización?

-Pienso que la idea de que va a haber tráfico de órganos de fetos es un mito.

Cuando dicen “estás abortando una vida”, hago un razonamiento básico: sacá a un bebé de cinco meses de gestación del vientre de su madre, con los pulmones y el corazón sin desarrollar, a ver cuánto es capaz de vivir. Sé que hay casos, pero cuántos. Por eso digo que es una potencialidad, no es una vida entera. Es un conjunto de células que no son una vida.

- ¿En base a qué pensás esto? Los científicos dicen todo lo contrario.

-En base a mi concepción ideológica de mujer feminista que soy. Es mi concepción personal. Y si bien hay médicos que están a favor de la vida y dicen que no van a practicar un aborto, hay otros como un biólogo que estuvo la semana pasada en el Senado, que dio sus razones para decir que el aborto tiene que ser legal, seguro y gratuito.

-¿Desde el Colectivo de Mujeres se acercaron al hospital para conocer qué piensan los médicos de nuestra región, si están dispuestos a realizar esta práctica en caso de que se sancione la ley y si cuentan con los recursos necesarios?

-No hemos ido directamente, pero tenemos un paneo muy amplio de la cuestión. El hospital de Colón está en clara decadencia y la salud pública en general lo está, no solo por el hospital, sino por la contaminación ambiental, las piletas de decantación, y muchas cuestiones más. Pero es urgente que la ley se sancione y se concientice sobre la cuestión. Hacen falta políticas públicas para la salud.

-El tema es qué hacemos con la ley si no se puede implementar por las falencias de nuestra salud pública.

-Es que al sancionarse rige a nivel nacional y un hospital tiene que estar capacitado para realizar un aborto.

Hace unos días concejales presentaron un proyecto de ordenanza para declarar a Colón Pro-Vida. Me pareció innecesario dividir a la ciudad entre los Pro-Vida y Pro-Aborto.

-¿Te sorprendió la cantidad de gente que se movilizó ese día en contra de la despenalización del aborto?

-No me sorprendió porque hay una estructura muy grande detrás que moviliza gente. Yo soy atea, pero me parece que la Iglesia Católica mueve muchas masas, así que no era de sorprenderme lo que pasó.

Me pregunto dónde estaban los tres concejales que presentaron el proyecto -Vallory, Villalba y Walser- con el tema de las piletas de decantación.

-Han presentado proyectos y pedidos de informe al respecto. Incluso este lunes, junto a otros concejales, convocaron al intendente para hablar de este y otros temas.

-Es un momento importante para que el intendente y su gabinete hagan especial hincapié en lo que es la salud pública en Colón, porque está muy degradada.

-Te pregunto como feminista si te representan las mujeres que al manifestarse contra la violencia machista o a favor de la despenalización del aborto hacen pintadas en edificios públicos y representaciones que pueden resultar agresivas y de mal gusto. Y también si te representan aquellas que se han manifestado a favor de la liberación de Nahir Galarza, condenada por asesinar a su pareja.

-Se espantan porque hacen pintadas y en la Argentina muere una mina cada 18 horas, pero fuera de eso, a mí no me representan. Haciendo eso perjudican al conjunto de mujeres que se están movilizando para reclamar. No es necesaria la obscenidad, lo viví en el encuentro nacional de mujeres. Me doy cuenta que eso no es necesario y la gente se espanta, pero hacen oídos sordos cuando una mujer desaparece o muere y hay crímenes sin resolverse en esta ciudad.

En cuanto a lo de Nahir Galarza, de ella se sabe absolutamente todo: qué ropa usa, dónde duerme, qué come, todo. Del asesino de Araceli Fulles no se sabe nada. Del juez Rossi que liberó a Wagner, qué se sabe, pero de una mina que mató a un chico sí se sabe. No estoy a favor de las mujeres que defienden a Nahir Galarza, pero hay una estructura detrás que es el patriarcado. El caso no se llama Fernando Pastorizzo sino Nahir Galarza, la asesina. En seis meses la condenaron y de muchos asesinos de mujeres no se sabe nada.

-¿Algo más que quieras agregar?

-Sí, que nosotras somos un grupo pequeño pero el año pasado eramos como mucho 20 mujeres marchando y este año somos muchas más. Nos movilizamos porque queremos construir algo en Colón.

-Quién quiera sumarse ¿cómo puede hacer?

-Tenemos una página de Facebook que se llama Colectiva de la Plaza. Pueden darle “me gusta” y nos ponemos en contacto para que se vayan acercando. Cuando nos juntamos lo hacemos en Plaza San Martín o en la casa de alguna compañera.

-¿Qué expectativa tenés de lo que puede ocurrir el 8 de agosto en el Congreso?

-Que sea ley. Mi expectativa es esa y me siento orgullosa de vivir en esta coyuntura. Más allá del ajuste macrista y la inflación, estoy orgullosa de la coyuntura social que entiende la necesidad de salir a la calle, que se empiecen a respetar nuestros derechos y que la mujer alce la voz en busca de estos derechos que nos negaron durante décadas. Visibilizar los problemas y movilizarse es sumamente importante.

Se practican 500 mil abortos al año, muchos de las cuales son mujeres de la clase obrera y mueren en abortos clandestinos. Es una cuestión de salud pública, porque es la principal causa de muerte materna. Mi expectativa es que sea ley y la sociedad empiece a generar un cambio importante. La despenalización del aborto es el primer paso.

Ojalá que el 8 de agosto sea ley y se pinte el país de verde, las calles de verde. Yo sería sumamente feliz.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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