La dirigente entrerriana del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Nadia Burgos, participó este jueves, en Lima (Perú) de las manifestaciones que se llevan adelante pidiendo la renuncia de Diana Boluarte, a cargo de la Presidencia desde la destitución de Pedro Castillo que había intentado un autogolpe, el pasado 7 de diciembre.
Se viven en el vecino país jornadas de una feroz represión y violencia que han derivado en la muerte de alrededor de 50 personas desde que Boluarte está al frente del país. La Liga Internacional Socialista (LIS) que convocó a Burgos a Perú, acompaña el reclamo de los sectores que en Lima exigen una Asamblea Constituyente.
Burgos contó que es la única argentina presente en Perú en representación de la organización internacional y que tiene previsto estar hasta el martes en el país.
“La violencia estatal que cae desde hace días sobre el pueblo peruano tiene que terminar. La universidad de San Marcos (donde estuvo este viernes) definió recibir a las delegaciones que vienen al paro y movilización en Lima. Pero tienen presencia policial en la puerta en posición de amedrentar una protesta pacífica y necesaria”, cuestionó Burgos. “Las fuerzas represivas tienen que retirarse ya de los alrededores de la universidad y dejar que el pueblo se exprese”, reclamó.
“Está claro que Dina Boluarte debe renunciar ya”, dijo la dirigente entrerriana que además expresó su apoyo al reclamo “por la disolución del Congreso para impulsar una Asamblea Constituyente que permita eliminar el fujimorismo de la vida política del Perú”, manifestó.
“Desde la LIS expresamos con fuerza que la única salida para la situación de crisis social, económica y política en nuestro país hermano, pasa por defender una coordinación de los sectores en lucha que gobierne en el camino a la verdadera solución, que es el gobierno de los y las trabajadoras con una salida socialista”, expresó Burgos en redes sociales.
Informe
En la crónica que elaboró la dirigente para la LIS, comenta que la represión no ha logrado detener el estado de movilización de los peruanos.
Describió una fuerte polarización social, “entre las mayorías pobres y minorías ricas”, motorizada fuertemente por el gobierno. Caracterizó además al escenario político del país: “Como en una sociedad capitalista, democracia y dictadura, terminan alternándose según el nivel del ascenso de la lucha obrero y popular. Hoy estamos observando justamente un nuevo ascenso de los sectores populares y que existen extraordinarias condiciones para derrotar al Gobierno y a todo el régimen”.
