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El bebé, de un año y dos meses, había sido internado en observación en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital materno-infantil San Roque de Paraná, tras sufrir un accidente cuando jugaba en un pozo con agua. Desde la Policía informaron que el niño tuvo un retroceso en su estado de salud, y pese al esfuerzo de los médicos de Terapia Intensiva del San Roque, dejó de existir por una complicación multiorgánica generada por el principio de asfixia por inmersión.

El hueco donde cayó dentro de la vivienda en San Benito, era de 50 centímetros de ancho por unos 20 de largo, pero lo peor pasó al caer de frente en el interior del desagüe.

Si bien en el principio la madre descubrió el incidente doméstico y fue socorrido por una enfermera vecina que le practicó maniobras de reanimación, lo que valió que sea derivado al centro de salud y luego al hospital materno infantil, se constató que había sufrido principio de ahogamiento.

Al notificarse el fallecimiento, por disposición de la justicia, se ordenó la realización de la autopsia en la morgue de Oro Verde.
Fuente: UNO Entre Ríos

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