Para entender de qué se habla, hacen falta ejemplos. Gracias a esos espacios de Formación Complementaria, en una institución educativa ubicada sobre la transitada avenida San Lorenzo de Concordia, los alumnos tienen “laboratorio” y “matemática recreativa”. En otra, enclavada en la zona sur de la capital del citrus, aprenden a hacer “huertas” y “cooperativismo”. En una tercera, en inmediaciones del Polideportivo, hacen “teatro” y “expresión corporal”. Otra histórica secundaria, vecina a una céntrica plaza, dicta francés. Pero muchas de estas actividades en 2022 aún no han comenzado y nadie sabe con certeza cuándo lo harán.
Ocurre que el Consejo General de Educación no ha autorizado que estas horas complementarias se concursen, como habitualmente se venía haciendo hasta 2021. “Nos dicen que esperemos a unos nuevos lineamientos que están elaborando en Paraná y luego, en base a ellos, presentemos proyectos de adecuación de esos espacios. Pero estamos ya con las clases iniciadas en todas las escuelas sin tener resuelto esto. Los horarios nos quedan incompletos, los docentes sin saber si tendrán continuidad en su trabajo y los alumnos con sus propuestas pedagógicas empobrecidas, al perder estos espacios que desde hace años se vienen trabajando en las escuelas”, resumió una profesora, consultada por El Entre Ríos.
Algunos de estos espacios complementarios son anteriores a la denominada “resignificación de la escuela secundaria” que tuviera lugar en el año 2010, cuando se reconvirtieron talleres que se venían desarrollando con la ley Federal. Todos, tanto los más antiguos como los más nuevos, tienen un especial propósito: dar respuestas a las necesidades de los barrios donde están arraigadas las comunidades educativas. Por ende, son también puntales para la construcción de la identidad de cada una de las instituciones.
La lógica indicaría que los nuevos “lineamientos”, que integran el llamado plan “AconteER”, deberían haber estado definidos mucho antes del comienzo de clases, pero salta a la vista que no ha sido así. Es por ello que la docente consultada por El Entre Ríos consideró razonable y realista que se dé continuidad a las directrices que regían en 2021, para evitar seguir perdiendo horas de clase, y que los lineamientos renovados, una vez disponibles, se apliquen a partir del año que viene.
Según trascendió, el 14 de Marzo los supervisores viajarían a Paraná a un encuentro convocado para abordar la cuestión de los espacios complementarios. En las instituciones, tal fecha parece lejana, aunque faltan unos pocos días. “Suponiendo que en esa reunión autoricen el dictado de esas horas, de ahí en más hay que hacer los concursos y eso lleva un tiempo considerable en el plano administrativo. Mientras tanto, los chicos siguen sin esas horas”, lamentó la docente.
Un efecto colateral de esta mora en dar comienzo al dictado de los espacios complementarios es presupuestario. Se trata de horas cátedra que no están siendo abonadas, originando un transitorio ahorro en los recursos invertidos por el Estado.
