La entidad aclaró que “nadie pone en duda la pesada herencia recibida, ni la importancia de los tributos para el equilibrio fiscal, pero, en definitiva, el campo sigue siendo la ubre que se ordeña sin tener en cuenta la rentabilidad y la supervivencia de los productores”, cuestionó.
“Seguramente –agrega FARER- era necesario el sinceramiento del precio de los combustibles, pero ello debería estar enmarcado en una serie de medidas de corte estratégico que, por otro lado, tendiera a morigerar los costos productivos. En la realidad, ello no ocurre: sube el gasoil y se mantienen imperturbables el impuesto país y las retenciones, entre otros tributos”.
Las entidades del campo entrerriano consideraron que “las promesas de eliminación del impuesto país no alcanzan, porque los productores cosechan, siembran y viven en el presente. De igual modo, la reducción paulatina y la posterior caducidad de los derechos de exportación por ahora es sólo un discurso florido”.
Los productores entrerrianos dicen entender “la intrincada situación que vive el Estado”, pero a la par urgen al gobierno para que “se busquen caminos novedosos y no echar mano una vez más al sector agropecuario, ya que la realidad que se vive es de suma complejidad”.
Por último, desde FARER instan “a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), nuestra entidad madre que tan bien nos representa, a que refuerce los reclamos que viene realizando ante el gobierno nacional a los efectos de que se tomen decisiones que vayan en favor del productor, protagonista del crecimiento, del dinamismo económico, del empleo y de las exportaciones de la Argentina”.