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Los avatares judiciales de Cristina Kirchner se han convertido en un dolor de cabeza para el PJ, bloque que tiene la llave para definir con sus votos si el Senado autoriza al juez federal Claudio Bonadio a allanar los domicilios de la expresidenta en el marco de la causa por la que investiga los cuadernos de las coimas, analiza Gustavo Ybarra, para La Nación.

El pedido del magistrado abrió una nueva grieta en el peronismo no kirchnerista de la Cámara alta, al punto de que el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto (Río Negro), aclaró ayer que su bancada tendrá libertad de acción cuando el tema se discuta, mañana, en el recinto.

"Respecto de esta cuestión [los allanamientos]ha habido un debate en nuestro bloque y hay libertad de acción de cara a la sesión del miércoles", afirmó Pichetto. La jugada del rionegrino apunta a evitar que se profundicen aún más las diferencias internas que existen en su bloque y que, cada vez sobre más temas y con mayor frecuencia, quedan expuestas.

Esa disparidad de criterios volvió a hacerse notar ayer con declaraciones públicas en sentido contrario de dos de los referentes de la principal bancada de oposición.

Así, Pichetto ratificó su postura acerca de que "el pedido de allanamiento no debe ser trabado, toda vez que se trata de una medida de prueba y no se puede impedir la prosecución de la investigación". El concepto es compartido por senadores como Rodolfo Urtubey (Salta) y Dalmacio Mera (Catamarca).

Sin embargo, uno de los vicepresidentes de la bancada, José Mayans (Formosa), volvió a tomar la lanza de la defensa de la expresidenta y manifestó en público los cuestionamientos a la acción del juez Bonadio que manifestó en la última reunión de bloque.

"Quieren hacer un show mediático. No es cualquier persona, es una persona que tiene intención de voto muy fuerte, incluso en este momento está superando al Presidente", se quejó el formoseño en declaraciones radiales. Mayans es hombre del gobernador Gildo Insfrán y un duro crítico de la gestión de Mauricio Macri, lo cual explicaría su firme posicionamiento en defensa de Cristina Kirchner .

Sin embargo, en esta pulseada el formoseño no está solo. Fuentes legislativas coincidieron en señalar que en el debate interno del martes pasado fueron más de las esperadas las voces que se elevaron en queja por el supuesto acoso judicial a las administraciones kirchneristas.

"Una parte se resiste porque lo ve como un circo mediático", aseguró un senador que participó de la reunión de bloque y que está de acuerdo con darle a Bonadio permiso para allanar los domicilios de la senadora. "No podemos dar la imagen de que el Senado es un aguantadero [sic]y pagar el costo de quedar obstruyendo la investigación", agregó el legislador.

También en línea con el discurso del acoso judicial se habría manifestado el sanjuanino Rubén Uñac, hermano del gobernador de su provincia, Sergio Uñac.

Sin embargo, la presión de Bonadio también provocó reacciones adversas en senadores leales a Pichetto, que lo acompañaron en su decisión de romper relaciones con Cristina Kirchner.

Uno de los casos que llamaron la atención es el de Pedro Guastavino (Entre Ríos). En defensa del legislador, las fuentes consultadas aseguran que el malestar del entrerriano obedece más a una cuestión "sentimental", por su lealtad a Néstor Kirchner , que por solidaridad política con la expresidenta.

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Guastavino ante una decisión compleja Agrandar imagen
Guastavino ante una decisión compleja
Más allá de las diferencias, todo indica que la Cámara alta reunirá mañana los votos para aceptar el pedido por Bonadio. "El bloque está dividido, pero mayoritariamente hay acuerdo con el allanamiento", aseguró un legislador del PJ.

En el marco de la investigación de los cuadernos de Centeno, Bonadio envió al Senado el 2 del actual un oficio por el que pidió autorización para allanar tres domicilios y el despacho de la senadora.

Además, el juez reclamó en diciembre último el desafuero de la senadora en la causa por el memorándum con Irán. Ese pedido se encuentra estancado, a la espera de que el PJ tome la decisión política de rechazarlo en el recinto.
Fuente: La Nación

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