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Néstor Bustamante, vicepresidente de la Asociación de Argentinos en China, se contactó a través de videollamada con Oíd Mortales, la radio de El Entre Ríos, para brindar detalles sobre la situación que atraviesan los argentinos en el país oriental. Se refirió también a las versiones que se difundieron respecto de un supuesto bloqueo en la comunicación, por parte del gobierno chino.

¿Cuál es la situación de los argentinos que quieren abandonar China, tras el brote de coronavirus?

“Todo empezó en el momento del brote del coronavirus. En la tercera semana de enero se produjo el cierre de Wuhan, luego de la provincia que tiene a esa ciudad como capital. En ese momento, el cierre no era total, así que muchos argentinos que estaban en esa provincia lograron volver a la Argentina o irse a otro país", comenzó contando Bustamante.

"Quedaron catorce argentinos. En realidad, son once y tres cónyuges chinos. Para nosotros, una persona casada con un argentino y con hijos ya cuenta como un argentino más, por ser parte de la familia", explicó y detalló que "uno de esos cónyuges chinos, esposo de una argentina, que en realidad son provenientes de Shenzhen, que es una ciudad futurista que está en el límite con Hong Kong. Él no tenía pasaporte así que, desde el principio, estaba descartado que iba a poder viajar".

"Quedaban dos cónyuges chinos más que, a último momento, la República de Ucrania decidió que nos los iba a dejar entrar a su país. De las otras once personas, había un papá argentino con dos hijos argentinos, que decidieron no abandonar a la mamá china en Wuhan. Por lo tanto, solamente ocho argentinos, seis adultos y dos menores, son los que viajaron. Han arribado hace un par de horas en Ucrania y están ahora la logística final", indicó el encargado de coordinar a los argentinos en China, a través de las redes sociales.

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Señaló que, “originalmente, la forma en que la que el gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud permite que se realice esta evacuación, es a través de garantías muy fuertes, particularmente, con la profilaxis durante el traslado, el traslado en la ciudad de Wuhan hacia el aeropuerto, durante el viaje en avión y la cuarentena al entrar en el país que lo recibe".

"Hasta este momento, el plan era derivarlos hacia un sanatorio, ubicado a 300 kilómetros de la capital ucraniana de Kiev, en donde iban a tener toda la profilaxis necesaria. Iban a estar aislados por estos 14 días. Pero, de la misma manera en que lo hemos notado en redes sociales argentinas, el odio que hay hacia la gente que vive en China, incomprensible, también se despertó en alrededor de 50 ucranianos, que se dirigieron hacia este sanatorio a manifestarse en contra del ingreso, tanto de sus compatriotas ucranianos como de todos los otros de República Dominicana, de Francia, de países de Europa, de Costa Rica y de Argentina. Dijeron que no querían que ellos llegaran a su país", lamentó.

Agregó que "por eso y para tratar de no generar mucho revuelo, las autoridades ucranianas están definiendo si va a ser este lugar el que los va a recibir a los evacuados o un lugar clasificado, sin difundir a la prensa para que no haya polémica o conflictos".

"Esa es la información que estamos recibiendo en este momento. Aún no tenemos comunicación directa con nuestros compatriotas. Sabemos que han llegado, pero no tienen acceso a Wi-Fi como para decirnos que ya están instalados", reveló.

¿Por qué Ucrania y no regresar a Argentina?

Bustamante explicó que "la diferencia que tenemos con otros países que están repatriando, como Estados Unidos, es que uno puede volar directamente desde Wuhan, pero uno no puede hacer lo mismo entre Argentina y China, estamos en las antípodas. Sí o sí iba a tener que intervenir un tercer país, en el cual los argentinos hicieran escala y, por definición de la OMS y de China, ese país iba a tener que hacerse cargo de la cuarentena".

"Entonces, dado que iba a tener que involucrar sí o sí a un tercer país, hacer este tipo de logística y de planes con uno que ya está evacuando a sus ciudadanos como Ucrania justo esta semana, fue a lo que apuntó la cancillería argentina en Beijing", añadió.

¿Cómo se costea todo este movimiento?

“Estos argentinos no tienen ningún problema económico. Son personas que están estudiando o viviendo en China y están muy bien, pueden afrontar los costos y, de hecho, es lo que querían al principio", señaló y aclaró que "la razón por la que hay una evacuación no es porque ellos no tenga medios económicos, sino que no lo tienen a nivel de infraestructura, autorización. China no está dejando entrar ni salir bienes comerciales, a menos que cumplan requisitos tan estrictos, como los que te mencionaba, que hacen que los vuelos comerciales hayan sido momentáneamente cancelados".

"Así que si ellos tienen que hacerse cargo de los costos, lo harán, al menos de los similares a los que sería un vuelo comercial, más hotel y todas esas cuestiones. De todas maneras, esto no ha sido comunicado ni a nosotros ni a ellos", contó.

Vos estás hablando ahora desde Europa, pero si hubieses estado en China, ¿podrías haber estado manteniendo esta conversación? ¿Hay bloqueos, por parte del gobierno chino, en la comunicación?

Al ser consultado en este sentido, el vicepresidente de la Asociación de Argentinos en China remarcó que “hubo muchos rumores al respecto. Incluso, hubo una nota que salió en Télam, reproducida por Clarín, que fue dada de baja, porque decía un montón de información, después de una entrevista que yo hice para C5N. Y no, definitivamente, no es así".

Para demostrarlo, puso como ejemplo a "Karen Gómez, la cara más famosa en las últimas semanas, es una excelente profesional y estudiante que estuvo dando un sinfín de entrevistas, desde Wuhan, sobre lo que pasó allí. Así que no hay ningún tipo de bloqueo, más allá de las restricciones que tiene China normalmente".

"En el país, no funciona Facebook, Google, Whatsapp. Ellos tienen sus propias herramientas, que son WeChat, Waybo, Baidu", explicó y consideró, en forma coincidente con el punto de vista de otras personas que han utilizado ambas herramientas, que "son mucho más avanzadas, una tecnología mucho más fuerte; pero sí, controladas por el gobierno chino".

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En este punto, reflexionó sobre el alcance de las libertades y opinó que "la libertad de expresión, que permite que uno pueda decir lo que quiere en Occidente, es algo maravilloso, que celebramos mucho. En Argentina uno tiene eso, pero si yo ando en solo, de noche, en Córdoba capital, no me siento tan seguro como me siento en cualquier ciudad china, donde uno puede caminar por las calles, a cualquier hora del día, sin tener ningún tipo de problema. Los Policías no usan armas, no las hay armas de fuego en las fuerzas. Si a uno se le cae el celular, da la vuelta a la manzana y lo encuentra nuevamente en el suelo", contrapuso.

"Las libertades son tan relativas. A mí me encantaría poder seguir usando Facebook en China, como lo hago en Alemania o en Argentina, pero no puedo. A esa libertad no la tengo. Pero también me encantaría poder caminar por Córdoba capital a las 3 de la mañana sin pensar que el celular se me nota mucho en el bolsillo, lo cual sí puedo hacer en Shangai", enfatizó Bustamante.

Insistió en que no hubo ninguna restricción, más allá del control de las fake news. "Cualquier link que viniera de medios que no fueran oficiales eran filtrados. Incluso, yo mandé información de medios argentinos y WeChat, esta plataforma que es una mezcla de Whatsapp, Facebook, billetera automática y Twitter. Me demoraba los links hasta que algún procedimiento automático identificaba que no eran fake news y ahí sí le llegaba a mis compañeros. Ese tipo de control sí está y es parte de la cultura china. Ellos quieren tener una soberanía sobre la información", detalló, refiriéndose al procedimiento que utiliza el gobierno chino.

"Es por eso que también había mucha desconfianza al principio y ellos trabajan ahora mucho más cerca con la Organización Mundial de la Salud, porque mostrar ahora más transparencia que ante la situación que se vivió en el año 2002 ó 2003, con la epidemia SARS, cuando la OMS se enteró dos meses después del brote. Así que es muy buena la transparencia con respecto a la información y a la manera como se manejan los datos y las redes sociales", aclaró.

A través de las redes sociales se puede acceder a diferentes imágenes y situaciones por las que pasaron las personas que están en China, algunas violentas, por querer salir sin barbijo o de un lugar donde estaban en cuarentena, ¿realmente se dieron hechos de violencia en la intervención de la Policía militar?

“Tiene mucho que ver con la cantidad de fake news y videos falsos que circulan por Internet", remarcó y explicó: "Si te referís a alguno en el que los ciudadanos no están usando barbijo, por orden pública lo tienen que hacer, no se puede salir a la calle sin usarlo y no hay ninguna ciudad china que esté fuera de la posibilidad de contagio. Si te referís a eso, sí, es cierto, pero sin una violencia extrema de que les disparen o que les peguen con palos, pero sí forzarlos a ponerse el barbijo, ha sucedido y lo ha distribuido el gobierno como forma de decir que hay tolerancia cero con la salud pública".

"Si se fijan en el mismo video, van a ver que los policías no tienen armas de fuego, no está militariazada la Policía. Pero sí, es cierto, hay que usar barbijo y si la persona no lo entiende, puede llegarse al uso de la fuerza pública", aclaró.

¿Estos argentinos que todavía están intentando salir de china, cómo se comunican?

“Nosotros tenemos contacto con todos los argentinos que estaban en Wuhan. En las otras provincias, la situación se ha ido regularizando, ya empieza a haber autos en las calles. La actividad lentamente se empieza a normalizar. En Wuhan no, sigue todo paralizado y creo que lo estará por varias semanas más. Pese a que este jueves empezó a bajar la curva de contagio. Ahora hay más gente recuperada que contagios, incluso en Wuhan. En el resto de las provincias nunca ha sido tan grave la situación como para requerir evacuación. Sí hay controles y uno tiene que salir de la casa en días autorizados. Una persona por casa es la autorizada para salir a hacer compras. Esos controles siguen existiendo, pero al pasar los días se están relajando cada vez más, al punto de que en los últimos 3 días ha habido 0 contagios registrados", relató.

Confió en que "si el foco se contiene en Wuhan, no es imposible, dada la capacidad de infraestructura china, que vuelva todo a la normalidad en el país y que en Wuhan sigan los controles estrictos hasta que el foco se dé por acabado".

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¿Podrías darnos dos o tres características de la ciudad futurista de Shenzhen de la que nos hablaste?

"He estado una sola vez en Shenzhen, por lo que no soy el más adecuado para hablar, pero voy a dar algunos ejemplos. Amo los países que me reciben, pero Alemania, por ejemplo, está 30 años en el pasado respecto a China", sentenció y, a modo de ejemplo, aportó tres datos curiosos sobre la ciudad.

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"Cuando uno va al aeropuerto de Shenzhen, para tener el papel higiénico, la máquina que lo expende hace un análisis de tu rostro. Entonces, si vos ya pediste demasiado papel, no te da más. Nadie se queda sin, pero el límite está dado por eso", comentó.

Agregó que "si uno cruza la calle en rojo, hubo tres etapas. Al principio, ponían la cámara en una pantalla, era como una especie de escracho. En la segunda instancia, le daba una advertencia de que iba a tener una multa. Y ya en la tercera, apenas cruzas en rojo, te debitan directamente de tu teléfono la multa, casi todas las cuentas en China están relacionadas al teléfono. Te mandan una foto tuya y te debitan de la cuenta. Las multas son muy bajas en China por el socialismo, pero la gente, cuando recibe la multa, empieza a comportarse mejor".

"El otro dato curioso es en cuanto al manejo de drones. En Año Nuevo, se hicieron festejos sin fuegos artificiales, pero con muestras en el aire con drones. Ahora, los están usando para concientizar a la gente sobre el uso de barbijo. Cuando una persona está en la calle sin barbijo, un dron de la Policía lo sigue y le pide que lo use o será multado", reveló.

Si bien "estas cosas a algunas personas le dan miedo, a un alemán lo pone totalmente paranoico, no quiere saber nada. En Alemania, la privacidad se controla mucho y no le gustaría que un dron le identificara la cara y le pusiera la multa simplemente por no usar barbijo, pero en China, esa es la forma en que funciona la tecnología y la sociedad también", declaró.
Fuente: El Entre Ríos

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