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Este fin de semana Die Eisenbrücke obtuvo por tercera vez consecutiva el galardón como la mejor Cerveza Artesanal del País. Sucedió en la feria Caminos y Sabores, en Buenos Aires, lugar al que fueron invitados luego de haber sido premiados en la edición anterior. La elaboración de cerveza surgió como un hobby para Hernán Klos, oriundo de Gobernador Mansilla, un pueblo del departamento Tala, ubicado a 100 km de Victoria. “Lo hice por curiosidad, mis abuelos hacían una bebida clásica de los alemanes del Volga y eso despertó mis ganas de conocer”, contó el dueño de la empresa entrerriana.

“Die Eisenbrücke quiere decir puente de hierro en alemán. Buscábamos algo que represente al pueblo en donde fabricamos, acá hay un puente antiguo del ferrocarril que quedó y es el lugar de encuentros, algo característico. Me gustó eso y elegí representar la marca con ese símbolo popular”, explicó sobre el nombre que eligió para la marca de cerveza y agregó: “Está en alemán la marca por las raíces familiares de los abuelos”.
Comienzos y crecimiento
La elaboración de cerveza artesanal comenzó como un pasatiempo y para conocer más acerca de la bebida, pero poco a poco fue convirtiéndose en un trabajo y exigió cada vez más dedicación. El éxito no llegó de un día para otro, Hernán y su familia trabajaron durante años para lograr dar a conocer la marca y llegar a ser convocados para formar parte de eventos y exposiciones.

Cuando hizo cerveza por primera vez, el emprendedor entrerriano tenía 20 años. Aunque la iniciativa fue personal, los amigos estaban dispuestos a colaborar, al menos como catadores, “siempre para probar había alguno disponible” recordó Klos entre risas. A medida que el emprendimiento crecía, la familia se sumó en la colaboración.

“Empezamos hace más o menos 14 años, surgió como un hobby, por curiosidad” rememoró Klos. “Los abuelos antes hacían una bebida una bebida fermentada, típica de los alemanes del Volga, pero no llegó a ser una cerveza”, indicó a El Entre Ríos.

Por la historia familiar con las bebidas la curiosidad de Hernán creció, entonces decidió hacer un producto propio para llegar a lograr lo que sus abuelos no pudieron. “Yo no sabía cómo era el proceso de elaboración, pero tenía idea de los ingredientes. En principio no salió muy bien, pero no me di por vencido, investigué más, hasta que pude formalizar un proceso y conseguir nuevamente los ingredientes. Ahí tomo un poco más de color, empezó a salir un poco mejor y con el tiempo fui retocando la receta, adaptándolo al paladar de la gente y guiándonos con un estilo característico”.

Luego de lograr la combinación que buscaba, el creador de la cerveza empezó a pensar en darla a conocer más allá de su pueblo, eso le llevó tiempo, pero tuvo la paciencia suficiente como para esperar que llegara el momento.

“Pasaron unos años, participamos en eventos y la aceptación fue muy buena, eso nos dio un empujón como para animarnos a más y ahí fue despegando el proyecto” comentó. “A partir del momento en que empezamos a mostrarnos fuimos elaborando más litros y participando de varias ferias, haciéndonos conocer. En su momento la cerveza no era muy conocida porque era artesanal y eso era nuevo en la provincia, la gente más de una rubia no se animaba a probar y costaba meter otros estilos, pero después fue cambiando esa mentalidad y hoy en día la aceptación que hay y el crecimiento es grande y queda mucho por trabajar”.

A medida que la marca se hacía conocida, las cantidades demandadas desde distintos puntos de la provincia iban creciendo, es por eso que actualmente no es sólo Hernán el que trabaja para llegar a los objetivos de producción. “Hoy es un emprendimiento familiar la elaboración” aseguró, y comentó: “Ahora mi viejo aprendió a cocinar y estamos haciendo cocciones entre los dos. En el envasado y etiquetado participa mi esposa, mi mamá, o alguien de la familia; y la distribución la hacemos con un chico de Paraná la parte de botellas y un chico de Concordia en el movimiento de barriles a bares en la ciudad y demás”.

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Los premios en Caminos y Sabores
A medida que crecía el consumo de cerveza artesanal, las puertas en distintas ferias iban abriéndose para Die Eisenbrücke uno de los objetivos de Hernán era participar en la feria en Buenos Aires, y a esa meta también pudo llegar.

“Siempre tuve ganas de participar en esa feria, pero no podía tener el contacto justo como para poder a inscribirme a tiempo. Después de un tiempo sacamos los registros nacionales y eso nos aseguró que el producto estaba bajo reglas bromatológicas y finalmente la propuesta llegó de parte de Comercio Interior de la provincia, que nos invitó a participar en el año 2016” rememoró.

“Fuimos con la mejor expectativa y nos sorprendió el premio experiencia del sabor que nos dieron al estilo Quadrupel, eso nos abrió las puertas a ir el año siguiente. En 2017 eligieron la Imperial Stout que es una cerveza negra bien intensa, de una graduación de alrededor de 10 grados, es bien invernal; eso nos invitó a ir este año y, por sorpresa, de verdad no nos esperábamos esto, pudimos mantener la calidad o superarnos y la Quadrupel fue la seleccionada. Nos pusimos contentos”, contó acerca de la participación y los premios en la feria turística.

“Nosotros nos enteramos al día siguiente de la elección. Generalmente evalúa un centro de cata de cervezas y había también un jurado de gente no vidente. Sabemos que evalúan los defectos de la cerveza, la apariencia, el color, el sabor. Tenemos entendido que había alrededor de 30 muertas, descartaron y sacaron 10, en otra ronda, de las 10 sacaban 5, luego quedaban 3 y ahí definían cuál era la elegida”, explicó.
Proyecciones a futuro
El reconocimiento a nivel nacional fue tomado como impulso para seguir trabajando y crecer en la producción: “Uno de los objetivos para este año es ampliar el volumen de producción, que es algo que tengo pendiente desde el año pasado. Actualmente tenemos un volumen de 4mil litros al mes y sinceramente no alcanza para nada por la demanda que estamos teniendo. Queremos llegar a los 10 mil o 12mil litros” comentó Herán e indicó: “Han llegado propuestas para participar de alguna exportación a Chile, pero todavía eso está muy verde”.

Sobre la venta en la provincia, contó: “En Entre Ríos la tenemos distribuida en casi todo el corredor de la Ruta 14, en unas cuantas localidades la pueden encontrar, lo mismo en Paraná y en Buenos Aires entregamos en la zona de Palermo. Antiguamente enviábamos a Córdoba y Puerto Madryn, pero la demanda interna de la provincia no nos está dejando expandirnos tanto porque viene muy bien entre ríos y queremos mantener la venta de la provincia. Sabemos que ya vendrán chances de abrirnos a otros lugares”.

La cerveza artesanal entrerriana, que logró reconocimientos de distinto tipo y que, por tercera vez consecutiva, fue elegida como la mejor del país, parece no haber alcanzado su techo. La familia que la produce tiene ganas de ir por más y seguir dejando en lo más alto la marca, que empezó como un entretenimiento y un homenaje, pero se convirtió en un emprendimiento que, probablemente en el corto plazo, trascenderá las fronteras argentinas.
Fuente: El Entre Ríos

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