El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná condenó a Canosa a tres años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial perpetua para el ejercicio de la función pública.
Canosa fue condenado por tres hechos, todos ellos vinculados a distintas contrataciones que, en su carácter de presidente de Sidecreer realizó con sus parientes.
La defensa apeló la condena, planteo que fue rechazado por la Cámara de Casación de Paraná.
Llegado el caso hasta el Máximo Tribunal, la Corte -con la firma de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti-, desestimó este martes el planteo. El recurso de queja interpuesto por Juan José Canosa, contó con la asistencia de los abogados José Candelario Pérez y Raúl Barrandeguy.
Canosa fue hallado culpable por el delito de negociaciones incompatibles de la función pública al beneficiar a empresas ligadas a familiares y a amigos en las contrataciones que hizo durante su gestión al frente de la tarjeta Sistema de Crédito Entre Ríos (Sidecreer), entre 2007 y 2015.
En un fallo unánime, los jueces Alejandro Grippo, Alejandro Cánepa y Gustavo Pimentel condenaron a Canosa a la pena de 3 años de cumplimiento condicional, más la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos. Además, una vez que la condena quede firme, se le impondrán normas de conducta que deberá cumplir durante el plazo de 3 años.
El tribunal dio por probado el rango de funcionario público de Canosa mientras estuvo al frente de Sidecreer, una característica que el ahora condenado negó de modo cerrado, y que la empresa, aun cuando está regulada por la legislación comercial privada, es una empresa con base estatal ya que sus dos socios son el Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (IAFAS) y el Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre Ríos (IAPSER). En ese carácter, se le pudo achacar el delito de negociaciones incompatibles con la función pública.
Al leer el adelanto de sentencia, el juez Grippo hizo notar la peculiaridad que las tres empresas ligadas a familiares y amigos, Excelcom, Texmer y JDR Construcciones, empezaron a ser proveedoras de Sidecreer cuando Canosa asumió en la presidencia, y que desaparecieron del listado de oferentes cuando abandonó ese puesto. “Se convirtieron de manera repentina en proveedores”, entendió el tribunal.
Así, destacó que la firma Excelcom, ligada a Diego Urba, amigo personal de Canosa, contrató una sola vez previo a la presidencia del ahora condenado, en 2005, pero a partir de 2008, fue contratado en 16 oportunidades, “y ganó todas las contrataciones para insumos informáticos, reemplazando así a proveedores históricos, a los cuales ni siquiera se los volvió a invitar”, dice el texto de la resolución condenatoria.
Otros ejemplos se registraron con JDR Construcciones, empresa del tío de Canosa, que solo fue contratada cuando era titular de Sidecreer. Además, autorizó la contratación de la empresa de la suegra de su hermano -Carlos Canosa-, aun siendo monotributistas, cuando las reglas de Sidecreer impiden contratar con una empresa que no sea responsable inscripto ante el IVA. Mirta Gueler, titular de Texmer, compartía dirección fiscal con el domicilio de su yerno, cuando fue adjudicada por Sidecreer para entregar prendas textiles, “ni siquiera tenía facturero”.
