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“Grávida es un espacio donde Dios nos da la gracia de ejercitar la misericordia. Realmente hay que tener un corazón misericordioso para querer ayudar sin juzgar”.

La historia comenzó hace 35 años en San Isidro, provincia de Buenos Aires. Un hombre llamado Juan Martín Reddel aportó la idea que se convertiría en una obra de importantes dimensiones.

Cuatro años más tarde, en 1993, quedaría constituida la primera sede nacional en la localidad de San Pedro.

Con el Padre Bernardo Ruiz Moreno como asesor nacional, comenzó a expandirse hasta llegar en la actualidad a 67 sedes en todo el país, con presencia mayoritaria en el litoral y la región norte. Más de tres décadas después, tiene la particularidad de seguir existiendo únicamente en Argentina.

En Entre Ríos hay centros en varias localidades, dos de las cuales pertenecen a la diócesis de Concordia: Concordia y Chajarí.

“Ofrecemos acompañamiento a las mamás que atraviesan alguna situación de vulnerabilidad, sea por problemas económicos, una enfermedad, razones psicológicas o de cualquier tipo. Si acepta, se abre una instancia de diálogo con una voluntaria que se le asigna y empieza la tarea de estar a su lado”, cuenta a El Entre Ríos Nora Fleitas, coordinadora diocesana.

“A partir de que nos aceptan, no es que les dejamos pañales y no las vemos más, sino que se crea un vínculo de al menos dos años. Buscamos ser esa mamá que se le murió, esa abuela que dejó en otra ciudad, esa amiga con la que se peló. O sea esa persona que era un referente para ella y ya no la tiene. Saben que será por un tiempo, en el que les vamos dando herramientas”.

Cuando ese primer vínculo con una voluntaria se afianzó, Grávida las invita a participar de talleres. “Hay encuentros con médicos, psicólogos, nutricionistas, una maestra jardinera para que les enseñe a jugar con los nenes. En ese ámbito, si la mujer quiere, viene también el papá”.

“El acompañamiento se realiza tanto en las distintas etapas del embarazo, como si ya tuvieron a su bebé pero –por ejemplo- perdieron su trabajo o se separaron. También ante una pérdida gestacional, que genera muchas heridas, ya sea en forma provocada o espontánea”.

“No juzgamos ninguna situación, ni las vulnerabilidades de quienes deciden seguir con su embarazo, por ejemplo cuando se cuestiona por qué tienen hijos si no tienen para darles de comer. Buscamos fortalecer la relación madre-hijo más allá de la situación en la que se encuentren. Simplemente estamos al lado y respetamos”, resalta.

“Cuando nos dicen que no quieren seguir con su embarazo, también estamos a su lado para escuchar y acompañar”.

Para las mujeres que atraviesan la interrupción de un embarazo, por cualquier razón que sea, cuentan con un área que se llama “Programa de sanación Raquel” y se desarrolla a través de varios encuentros en los que se hace un proceso de sanación desde la misericordia.

También está el “Programa de fortalecimiento en la maternidad”, que incluye a las gestantes y las que están en crianza.

Una de sus propuestas es dar la bendición a embarazadas, matrimonios que quieren tener hijos y hacer la presentación de bebés recién nacidos. “Todos los 25 celebramos la misa. Antes hacemos una pequeña catequesis donde vemos cómo se va desarrollando el bebé, les entregamos una carpeta con el mes a mes de gestación y vamos viendo la parte espiritual de cómo se van vinculando con su bebé. Cuando nacen los llevan a bendecir”.

Grávida se presenta como un servicio abierto a mujeres no creyentes o que practican otra religión. “Desde el comienzo se les cuenta que somos católicos, pero que eso no impide que las acompañemos. Tenemos mamás que son evangélicas, van a su culto y después vienen a nuestros talleres. Cuando ofrecemos el bautismo, si alguna no quiere no hay problema, nos seguimos vinculando”.

Otro anexo son los Talleres de Prevención, con jóvenes o adolescentes y padres, “donde vamos descubriendo juntos desde donde inicia la vida y la responsabilidad de sus protagonistas”.

Para quienes quieren sumarse al voluntariado, está el área es la formación. Lo que la coordinadora de la diócesis Concordia menciona como “un proceso espiritual” al que Dios los llama.

“Ser de Grávida nace en el corazón. Primero hay que experimentarlo interiormente porque es una gracia y no todo el mundo está preparado”.

Haciendo foco en el Día del Niño por Nacer, que se celebra cada 25 de marzo, Nora Fleitas señala: “Nosotros lo miramos desde la Visitación, el momento en que María concibe a Jesús. Nos miramos en esa relación madre-hijo y vemos lo valiosa que es. Nos interesa no solo el bebé, sino la mamá y nuestra tarea es silenciosa, al modo de María.”.

Facebook Grávida Concordia: Amar La Vida

Número de Whatsapp: 3455 212151
Fuente: El Entre Ríos

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