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El presidente de la Cooperativa Arroceros Villa Elisa, Gustavo Francou, habla sobre la crisis que atraviesa el sector y su impacto en la institución, el alto costo de la energía eléctrica en Entre Ríos para producir y la implementación de las retenciones.

-¿Qué tan grave es la crisis que atraviesa el sector arrocero, que algunas entidades no dudan en calificarla como una de las peores de su historia?

-No sé si es una de las peores de la historia, porque hemos tenido en el 98’ la devaluación de Brasil que castigó mucho a la producción argentina, a lo que se sumó la crisis del 2001, de modo que no creo que esta sea una de las peores.

Como ya lo hemos planteado en una cantidad de lugares, desde 2011 venimos perdiendo competitividad por el tipo de cambio, falta de exportación y suba de costos. Ahora mejoró el tipo de cambio, pero hubo otras variables que se movieron y no hacen tan atractivo al arroz.

Es un cultivo estable y que, a pesar del clima, siempre se logra producción. No como ocurre con la soja, por ejemplo, que en 2016 se perdió muchísima cantidad por las abundantes lluvias y este verano pasó lo mismo pero a causa de la sequía. Con el arroz podes tener 10% más o menos de rentabilidad, que es lo que nosotros como cooperativa vemos y por eso apostamos a seguir produciendo, por las fuentes laborables que genera: para producir arroz se necesitan 80 empleados por cada mil hectáreas y en Entre Ríos hay alrededor de 5 mil empleos directos en blanco, tanto en el campo como en la industria.

-¿Cómo se hace en un momento como este, con tantos vaivenes en la economía, a la hora de definir la superficie a sembrar y lo que se va a invertir de cara a la próxima campaña?

-El objetivo es mantener los productores y la producción, porque vemos que el futuro es salir con producción, de otra forma no se sale. Lo demás es tratar de eficientizar y pelearla para conseguir financiación para insumos, especialmente en gasoil. A las semillas las provee en este caso la Cooperativa Arroceros, pero fertilizantes y agroquímicos hay que tratar que sean lo más baratos posibles, que no es sencillo.

La cantidad de hectáreas tal vez baje en Entre Ríos, pero eso se debe a que varias empresas que vienen a reemplazar a través de sus molinos a algunos productores que han desaparecido, se están yendo hacia Corrientes por las mejores condiciones que ofrece esa provincia para producir.

-El costo de la energía eléctrica, ¿sigue impactando tanto en el sector arrocero como en el primer momento en que se actualizó?

-Ese fue un golpe muy grande, que luego se diluyó con el aumento del dólar, pero después siguió subiendo por estar atada a esa moneda. Estamos convencidos que en Entre Ríos tenemos una energía más cara que en cualquier otro lugar, con respecto a las provincias arroceras con que nos hemos comparado. Tenemos una empresa de energía deficitaria y eso provoca que los costos se eleven, mientras desde Enersa dicen que es a causa de la mejor producción y servicio energético que brindan. Creo que en parte es cierto, pero no tanto como para tener tanta diferencia con Corrientes y Santa Fe, donde nosotros también producimos, que los costos son otros y el servicio igualmente es de bueno a muy bueno.

-¿Cómo cayó en el campo, en este contexto económico, el anuncio del gobierno nacional sobre la vuelta de las retenciones?

-Nos veníamos acomodando después de haber estado un poco alicaídos y las retenciones pegaron muy mal en los productores y las entidades, porque era una promesa de este gobierno que no iban a volver. Habíamos logrado un reintegro del 3%, para cubrir los impuestos a las exportaciones, y de un plumazo nos sacaron el reintegro y nos pusieron retenciones.

Además, fue mal implementado, porque el decreto reglamentario del gobierno plantea 4 pesos para todas las exportaciones y 3 pesos para los productos industrializados, y el arroz como producto industrializado que es debería pagar 3 y no 4. Se está peleando por eso y se ha enviado una carta documento, a través de la Cámara de Industriales Arroceros, a Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo de la Nación. Otro planteo es que en todo caso esos 3 o 4 pesos deberían ser sobre el precio de fábrica y no de exportación, porque le pega distinto a quienes están cerca del puerto y a los que no, entre los fletes y los impuestos.

También hay una altísima carga de intereses, que a estos niveles es imposible producir, porque los bancos privados prácticamente se han retirado del mercado y a los productores que venimos peleando con algunas dificultades ya no nos atienden.

El mercado internacional se encuentra estable, con un stock disponible razonable y no se avizoran grandes cambios, a no ser por una catástrofe climática que por el momento no se prevé.

-La Cooperativa Arroceros en particular, ¿cómo se encuentra posicionada ante la crisis?

-Nos atraviesan las mismas situaciones que a los demás sectores y al resto del país, pero nos está defendiendo un poco la exportación. Tenemos una planta de empleados que nos lleva una parte importante de nuestros ingresos, pero que igualmente estamos manteniendo. La falta de créditos para la cooperativa también está presente, como también la falta de acompañamiento de algunos estamentos del Estado, pero estamos y seguimos en la lucha.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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