El 5 de octubre de 2025 por la mañana, el hombre se encontraba en el interior del domicilio de su expareja y el resto de su grupo familiar, donde tenía prohibido ingresar y acercarse.
Ante el llamado de una de las integrantes de la familia solicitando ayuda, evidenciando que su padrastro se encontraba en el interior de la vivienda, se ordenó un allanamiento de manera inmediata, donde se encontró a Viollaz.
Se lo imputó y luego condenó por el delito de desobediencia a una orden judicial y amenazas coactivas, ya que –además de no cumplir con la medida dispuesta por el Juez de Familia local- dijo a los integrantes de la familia que si llamaban a la policía les haría daño. Desde el momento del hecho y hasta la audiencia, se encontraba con prisión preventiva.
La investigación estuvo a cargo de la Fiscal Auxiliar Micaela María Di Pretoro.