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Ubicados a unos 80 kilómetros de distancia entre sí, la historia de dos establecimientos educativos de Entre Ríos parece encontrarse y desencontrarse en curiosas coincidencias, como así también en lamentables contradicciones.

Por un lado, la Escuela Primaria Nº 105 “2 de Abril”, emplazada en el distrito Raíces Este del Departamento Villaguay, que inesperadamente se convirtió en noticia al conocerse la decisión del Consejo General de Educación, de cerrar sus puertas. La otra escuela llevaba el Nº 65, también era de educación primaria y, al igual que la anterior, se llamaba “2 de Abril”; su edificio se encontraba situado en Colonia Vázquez del Departamento Colón, en cercanías al complejo termal de Villa Elisa.

Ambas fueron fundadas durante el siglo pasado y tuvieron su época de esplendor al calor de familias que procreaban mayor cantidad de hijos y residían en el campo, sin embargo debieron afrontar el desarraigo y la falta de matrícula, con suerte disímil.
Una escuela que cierra sus puertas
Este lunes, se conoció la determinación de dar por finalizadas las actividades en la Escuela Nº 105 -ubicada en la zona rural de Villaguay-, a la que concurre un solo alumno que actualmente cursa 4º grado.

La medida fue dispuesta por la directora departamental de Educación, Hilda Blanco, quien la fundamentó en un informe de la Zonal de Arquitectura, que habría observado críticamente el estado del edificio, construido en el año 1950 durante el Plan Quinquenal (1947-1951) del presidente Juan Domingo Perón.

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En esa línea, y poco antes del informe de Arquitectura, desde la seccional Villaguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) habían elevado un reclamo ante Educación, en el cual daban cuenta de: “Pisos hundidos debido a la formación de hormigueros”, “la mayor parte no posee energía eléctrica”, “en el espacio entre el techo y el cielorraso hay nidos de pájaros y murciélagos”.

La decisión oficial sería reubicar a la docente y a la cocinera, en tanto que el estudiante complete el ciclo lectivo 2021 en otra escuela del distrito Raíces, distante 7 kilómetros del lugar.

Sin embargo, la tutora del chico se negó a firmar el acta.
Otra escuela rural, se reinventa
La Escuela Nº 65 -cercana a Villa Elisa- dejó de funcionar como tal en el año 2013, con la diferencia que “bajó la persiana” justo cuando su último alumno completaba el nivel primario.

Ubicado sobre la ruta provincial 23, el edificio que dejaba cesante fue recuperado para ofrecer una nueva orientación: Maestro Mayor de Obra, un título de validez provincial y nacional, convirtiéndose así en la Escuela de Educación Técnica Nº 5 “Profesor Carlos María Roude”.

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“Es el sueño cumplido de toda una comunidad y con creces, porque hemos dado cuenta de un crecimiento a través de los años”, dice a El Entre Ríos quien desde el primer día es su rectora, Mónica Bosón, a poco de haber visto graduarse a la primera promoción de estudiantes, conformada por siete varones y una chica.

Si bien la primera cohorte ingresó en 2014 y terminaba sus estudios el año pasado, “el Colegio de Maestros Mayores de Obra exige para matricularse tres meses de prácticas de algunas materias específicas de taller, que el año pasado no pudieron desarrollarse normalmente por la pandemia y se pasaron para éste”, explica.

Cumplidas todas las instancias, el patio de lo que otrora fuera una escuelita rural se convirtió en escenario de un gran acontecimiento para “la técnica” ya funcionando a pleno, con su primer acto de colación de egresados desarrollado el viernes pasado.

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“Estos chicos han sido partícipes del nacimiento de esta institución, forjando la identidad de lo que hoy es esta escuela técnica y construyendo con sus propias manos los nuevos talleres, en lo que fueron prácticas efectivas de lo teórico y un ejemplo para la cultura del trabajo”, manifiesta la profesora Bosón.

“En realidad, las clases comenzaron con más de 20 inscriptos, pero hemos tenido algunas pérdidas como ocurre en todas las escuelas, y durante el año de pandemia también sufrimos un desgranamiento con cuatro estudiantes que se perdieron en el camino y decidieron no cursar más”, deja aclarado. Con un total de 114 alumnos en la actualidad, el número de inscriptos para el próximo ciclo lectivo -hasta el momento- alcanza los 25, mientras su comunidad educativa amasa puertas adentro una serie de proyectos institucionales con nuevas metas por cumplir.

“Comenzamos con pocos recursos, pero el gran grupo humano que se ha conformado con los propios docentes y padres a través de la asociación cooperadora, acompañados por las autoridades y empresas, hemos logrado grandes cosas”, concluye su rectora.
Otros ejemplos de reconversión
No fueron las únicas escuelas rurales en cesar sus actividades por el mal estado de las instalaciones o falta de matrícula en su zona de influencia por el desarraigo campesino.

En los últimos años, la Escuela de Educación Agrotécnica Nº 50 “José Hernández” (Colonia El Carmen) se abocó a conseguir autorización para absorber y rescatar del abandono una serie de edificios en desuso, ubicados en la zona rural del Departamento Colón. Uno de ellos fue el de la Escuela Nº 36 “La Firmeza” (Colonia Juan Jorge), cerrada hace unos cinco años por falta de alumnos, donde montaron un centro de apicultura para prácticas educativas en sus instalaciones, mientras planificaban qué cultivar en el predio lindante.

En lo que era la Nº 66 “Enrique Berduc”, ahora hay una forestación: son tres cuartos de hectáreas, en las cuales los futuros técnicos en producción agropecuaria con orientación en bienes y servicios, realizan sus prácticas de trasplante y cuidado de montes.

Asimismo, hicieron lo propio con otra que se llamaba “Maipú”, con cuatro hectáreas y media que rodean su edificio, destinadas a cereales para alimentar a los chanchos de su escuela.
Fuente: El Entre Ríos

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