Sin embargo, la ufóloga explicó que tras una minuciosa investigación, se constató que no eran ovnis, sino que de uno de los habitantes de la localidad de Yuquerí Chico, miembro del Club de Aeromodelistas de Concordia, hacía practicas individuales en el lugar donde vive, que es en esa parte del campo. Si bien suele hacer los vuelos en la zona del aeródromo, todas estas noches lo estuvo haciendo en su campo, alejándose unos 5 kilómetros del casco de su casa, y es lo que llamó la atención de los pobladores del paraje.
La historia paso a paso
Pérez Simondini, también encargada de prensa de la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni de la República Argentina (Cefora), relató que un integrante de la familia Guilme se comunicó telefónicamente con los corresponsales en Concordia de Visión Ovni, Vicky Zeigler y Martín Bertochi, para contarles, en un estado de conmoción y asombro, lo que estaban presenciando en su campo, en las afueras de la ciudad.
La ufóloga explicó que de inmediato, Zeigler y Bertochi se trasladaron al lugar y al arribar, se encontraron con la emoción en la familia que aún persistía, ya que no podían explicar lo que habían observado durante varios minutos.
Parece ciencia ficción, pero esa afirmación ofendería a quienes los vieron en vivo y en directo sobrevolando su propio campo. La familia comentó que apreció a simple vista los objetos, pero con cámaras especiales se destacó su forma triangular. La observación se produjo en Yuquerí Chico, en el departamento Concordia, en un campo de la familia Guilme, entre las 20:30 y 21:15.
Pérez Simondini detalló que Vicky Zeigler contó que una amiga le avisó que estaba pasando una luz que cambiaba de color, de rojo al azul, verde y turquesa y que la misma tenía movimientos bruscos, subía y bajaba una y otra vez. Esto sucedió alrededor de las 20:30.
A las 21:15, observaron otra vez dos luces con las mismas características, que giraron en el cielo para regresar a la misma posición. Zeigler se trasladó con Bertochi al lugar, en una travesía que duró alrededor de 15 minutos, hasta que encontraron a los Guilme, todos muy conmocionados. Sin embargo, describieron con precisión los movimientos de la luces e informaron que el domingo 24 de marzo, también se vio lo mismo pero alrededor de la 1 a.m.
No obstante, lo que más conmocionó a los investigadores fue que la familia fotografió lo observado, que reflejaba, según sus dichos, exactamente lo que vieron en forma y colores.
Pero la historia llegó a su fin cuando tras una minuciosa investigación se constató que no eran ovnis, sino vuelos de un aeromodelista de la zona. Fin del caso, aseveró.
