En este sentido, la funcionaria explicó que “si bien el río tiene un régimen que fluctúa entre subidas y bajantes, esta es de tal magnitud que está afectando aspectos sanitarios, ambientales, recreativos y comerciales, como así también en aspectos sanitarios y medioambientales. Tal el caso de los problemas en las bombas formadoras de agua cruda”.
Además, Osuna hizo hincapié en las “dificultades comerciales que se están viviendo a raíz de esta situación, donde el transporte está teniendo una importante dificultad en la logística; además los efectos que está causando en la fauna ictícola que está en riesgo y en las cooperativas de pescadores que en medio de la pandemia y con esta bajante están impedidos a pescar”. Al respecto, el ministro Solá comentó que “estamos en contacto permanente con Brasil y con Paraguay, porque Paraguay también está afectado por la bajante, y este fin de semana una comisión de técnicos se reunirá para tratar el tema sobre qué pasa con la represa hidroeléctrica Itaipú, en virtud del tratado tripartito que tenemos los tres países, y qué relación tienen con la bajante del Paraná”.
“Al mismo tiempo debo decirles que la bajante del Iguazú es también considerable y estamos en consulta con Brasil para darle una respuesta al pueblo argentino sobre esta situación”, explicó el canciller.
Por último, la diputada del Frente de Todos solicitó en su intervención que “se informe sobre las acciones llevadas a cabo o por concretar desde la cartera que usted conduce respecto a este problema”; y adelantó que presentará un proyecto solicitando a Cancillería la mediación con Brasil a favor de la atenuación de la crisis y la regulación del flujo de agua de las represas de la misma cuenca, ubicadas en el vecino país.
“Ese accionar ayudaría a morigerar la ausencia de agua por escasez de lluvia en la región norte de nuestra cuenca fluvial”, finalizó.
