En Seguí, un jubilado docente de 77 años recibió un llamado telefónico de una persona que dijo ser abogado, el doctor César Ravinovich, quien manifestó ser funcionario de la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Entre Ríos. Le comunicó que tanto él como su esposa habían sido víctimas de una malversación de aportes, por lo que les estaban descontando de las ganancias y se les solicitaba que fueran al cajero automático para depositarles el dinero correspondiente.
El abuelo le creyó, siguió las indicaciones y terminó transfiriendo a una cuenta la suma de 43.500 pesos. Minutos más tarde, el hombre de Seguí se percató que había sido estafado.
Desde la Policía de Entre Ríos se puso en alerta a la población por los últimos incidentes detectados bajo la modalidad cuentos del tío.
Formas de engaño
El jefe de la división Delitos Económicos de la Dirección de Investigaciones, Javier González informó que es necesario que la población esté advertida de estos hechos "en especial las personas adultas y abuelos".De esta manera informó que en pocas horas ingresaron al 911 varias tentativas de estafas por la cual se anunciaba que distintos estudios jurídicos iniciaban los trámites de pagos a los beneficiarios de importantes sumas de dinero, para lo cual reclamaban una parte de gastos de administración.
También se lo intentaba hacer ir a los abuelos hacia los cajeros automáticos y con el control de la maniobra desde la comunicación telefónica vía celular los inducían a realizar transferencias de miles de pesos.
Aclaró que dos al menos se ejecutaron a favor de los delincuentes y la gran mayoría decidió no seguir con las operaciones.
Otras de las denuncias judicializadas, fue la que formuló un jubilado de 69 años quién alertó que el miércoles recibió un llamado telefónico de un señor que decía ser el abogado Dante Araos cuya matrícula era 20.140. Este supuesto profesional manifestó trabajar en el Ministerio Social de la Nación y le informó al hombre que había salido adjudicado con un resarcimiento económico de 87.600 pesos. Por ello debía trasladarse a un cajero para realizar la operación de recepción del dinero, y llevando consigo un celular para estar comunicado con el letrado.
Afortunadamente el hombre de 69 años desconfió y dio aviso a la Policía, entregando los datos y el número del celular por el que fue llamado.
