En la capital entrerriana, una familia está trabajando para mejorar la calidad de vida de Ángela Magdalena, de 16 años, quien vive con su padre Néstor Acedo y su mamá María Graciela Centurión. Ángela nació con parálisis cerebral y microcefalia, y en su caso, perjudicó su parte motriz y auditiva.
La rampa
Su vivienda se encuentra en calle Estrada al 1400 y está emplazada sobre una barranca. Por esto, necesitan una rampa para que Ángela se traslade en silla de ruedas principalmente cuando el transporte la busca al mediodía, para llevarla al Centro de Día San Francisco de Asís. Allí, realizan tareas de estimulación.Cargar en brazos a Ángela fue una labor que cada vez se hizo más difícil para su madre, quien padece una naciente hernia de disco; también para su padre, quien luego de varios años trabajando en la construcción sufre dolores crónicos en la columna.
La habitación para Ángela
Asimismo, Néstor quiere hacer una habitación para Ángela y su comodidad, junto a un baño adaptado para sus condiciones. En sus cálculos, precisó que le faltan más de $50.000: "Es más o menos lo que necesito juntar solamente para hacer la rampa. Eso solo para tirarle el hormigón arriba, sin contar los pedazos que me faltan. Son una tirada de seis metros y otra de ocho, que son las más largas. Antes hay que hacer el movimiento de tierra y apuntalar todo. Es bastante el material que hay que comprar y la bolsa de Portland que estaba a 100 pesos, ahora está unos 300 pesos".Por la topografía del lugar, Néstor consideró la necesidad de utilizar varias bolsas de cemento para apuntalar bien la construcción y evitar que se desmorone si la barranca donde está su casa se desliza. "Lo que pasa en la zona es que si no se asienta bien el trabajo se puede venir todo abajo. Y encima todo se encarece, porque una zapata lleva dos maquinadas de hormigón", señaló.
Sobre la habitación, el padre de familia manifestó que tiene “una parte levantada de una pieza que empezamos a construir para ella. Está levantada la zapata central y esperamos poder terminarla, porque mi nena está creciendo y necesita comodidad".
Promesas incumplidas
Néstor contó que tomó la decisión de rifar el vehículo luego de no conseguir otras vías para gestionar los recursos, incluso las gubernamentales: “Toda la vida pedimos ayuda al gobierno pero nunca nos prestaron atención. Yo venía comprando materiales de a poco y tenía pagas algunas cosas en un corralón. Lo que precisaba era que me asistieran con la mano de obra, que de eso entiendo pero no puedo hacerlo solo".En este sentido, sostuvo que un funcionario municipal le había confiado sus intenciones de ayudarlo, pero que finalmente la ayuda quedo inconclusa. "Cuando me dio su palabra de que me iba a ayudar, pedí que me trajeran los materiales a mi casa para hacer la rampa y cuando termináramos de armar todo la idea era tirar la losa arriba. Me mandó los muchachos, pero resulta que vinieron únicamente dos días. Después no aparecieron más, los materiales se endurecieron y me quedé con los ladrillos parados en la puerta de mi casa", reveló Néstor.
La decisión de rifar el auto
Sin otras salidas a la vista, Néstor resolvió sortear su auto, un Toyota Corolla 2008, comprado luego de muchos esfuerzos. "Al auto lo necesitamos, pero es lo único que nos queda: sortearlo para hacer la rampa y poder terminarle la pieza a mi hija, y si es posible, también un baño adaptado para ella". En este sentido, remarcó que usan el vehículo para transportar a la joven y para trabajar."Las cosas materiales van y vienen. Lo importante es el bienestar de la nena, y poder estar bien nosotros para atenderla bien a ella. Tiene problemas motrices y usa silla de ruedas, pero si la agarrás de la mano camina, con dificultad pero camina", observó orgulloso de los avances de Ángela.
Néstor tiene previsto hacer 1.000 números, del 000 al 999. Cada número tendrá un valor de $1500 y podrá pagarse en tres cuotas. Para tramitarlos se puede hacer llamándolo a él directamente, al teléfono (0343) 156116828.
