Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Verónica, en un encuentro con
Verónica, en un encuentro con "Jujuy"
Verónica, en un encuentro con
El debate sobre la legalización y despenalización del aborto en la Argentina sigue suscitando testimonios. Esta vez, quien se pronuncia lo hace desde una silla de ruedas y con la frescura propia de sus 16 años de vida. A ello debe agregarse que siento aún una adolescente, es escritora y recientemente ha ganado un premio en Italia con su obra "El ladrón de sombras".

La joven, que cursa quinto año del secundario, dirigió su misiva al senador Maurice Closs, uno de los legisladores que deberá votar acerca del proyecto que pretende convalidad como un "derecho humano" al aborto "libre, seguro y gratuito".
Aquí, la carta:
Estimado senador Maurice Closs:

Yo soy Verónica Cantero Burroni, tengo dieciséis años y vivo con mi familia en Campana. Actualmente curso quinto año de la secundaria en la escuela Santo Tomas de Aquino.

Desde mi nacimiento lucho contra una parálisis cerebral que no me permite caminar. Sin embargo esta limitación no me impide tener una vida feliz. Desde los siete años escribo libros, ya tengo cinco publicados y el último que se llama “El Ladrón de sombras” ganó un premio literario muy prestigioso en Italia.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Verónica, junto al periodista y escritor italiano Alver Metalli Agrandar imagen
Verónica, junto al periodista y escritor italiano Alver Metalli
Antes de seguir contándole sobre mí y mi humilde opinión sobre la legalización del aborto, quiero manifestarle lo afortunada que me siento al poder escribirle a usted y quizás ayudarlo desde mi lugar a tomar una decisión tan difícil como la que enfrentará en los próximos días.

Yo no estoy a favor de la legalización del aborto bajo ninguna circunstancia porque creo que toda vida vale exactamente lo mismo y por lo tanto a cada vida le corresponde en igual medida gozar del derecho a vivir. Además me parece totalmente injusto que los que estamos vivos justamente porque no nos abortaron, decidamos sobre la vida de los niños por nacer. ¿Con qué derecho? ¿Acaso mi vida vale más que la suya o la de cualquier otra persona? ¿Qué culpa tiene el niño de no haber sido deseado, de ser producto de una violación, o de haberse gestado con malformaciones?

Si hay algo que la vida me enseñó es que en la discapacidad o cualquier otro tipo de limitación no se termina el mundo. Por lo tanto sea cual sea la limitación que algún niño o familia deba enfrentar, siempre tendrá la posibilidad de desarrollarse como persona y ser feliz.

Me entristezco muchísimo con solo pensar que, en caso de que se legalice el aborto, muchos niños no van a tener la posibilidad de experimentar el regalo que es estar vivo pese a cualquier dificultad que se presente. Por todo lo dicho anteriormente creo que legalizar el aborto no es una solución bajo ningún punto de vista porque esta ley en vez de construir destruye. Me parece que por el contrario, podríamos evaluar cómo facilitar la adopción o de qué manera acompañar y ayudar a las madres en riesgo para que no tomen la decisión de abortar.

Gracias por su tiempo.

Atentamente.

Verónica.

Enviá tu comentario