Esta consagración le permitió a Marcelo Bielsa volver a festejar un título, también después de 16 años, cuando llevó a la Selección Argentina Sub 23 a la obtención de la medalla plateada en Atenas 2004. Aunque semanas después sorpresivamente renunció al cargo, pese a la renovación de contrato luego de la temprana eliminación del Mundial 2002.
El resto del palmarés de Bielsa data de la década del ’90, donde obtuvo dos títulos con Ñewell’s: el de la temporada 90/91 (en una recordada final ante Boca Juniors, donde su equipo logró imponerse por penales en “La Bombonera”) y el Torneo Clausura 1992. Años después dio otra vuelta olímpica dirigiendo a Vélez Sarsfield en el Torneo Clausura 1998.
Más allá de las consagraciones, está claro que Bielsa, dueño de un estilo muy particular, es uno de los técnicos más influyentes de las últimas décadas y dejó su huella en los lugares en los que dirigió.
De hecho, en la Selección Argentina su equipo arrasó en las Eliminatorias para el Mundial 2002, ganando el grupo sudamericano y clasificando con mucha antelación. En Chile también produjo una renovación y un cambio de metodología que le permitió volver a la cita mundialista en Sudáfrica 2010, siendo parte importante para lo que vendría años después, con la obtención de dos Copa América.
A nivel clubes también logró una buena imagen en el Athletic Bilbao, perdiendo la final de la Copa del Rey 2012 frente al Atlético Madrid de Diego Simeone.
