Sin embargo, y aunque la emanación de humo había cesado, aclaró que aún están alertas: “hay que seguir con el control y estar atentos a nuevos incendios, porque tenemos mucho material inflamable y pueden quedar brasas debajo. Por esa razón, se está trabajando en la extracción de tierra para tapar todo lo que se quemó”.
El incendio que afectó severamente al ecoparque comenzó a las 16 del viernes. En el lugar solo estaba el sereno y una chica que vio todo desde el acceso. Al ver que nada podían hacer, llamaron a los bomberos y a los responsables del lugar.
Todo comenzó con un pequeño foco ígneo en una zona del módulo preparado para enterrar parte de los desechos, que en pocos minutos se expandió por el lugar. Ese día trabajaron dos dotaciones de bomberos voluntarios y hubo un numeroso despliegue municipal, que incluyó camiones cisterna, volcadores y retroexcavadoras. Pero como el fuego no terminaba de ser controlado en su totalidad, destacamentos vecinos acudieron a Gualeguaychú para ayudar con la tarea.
“Las llamas tomaron el lugar destinado a basura no recuperable. El hecho fue algo inesperado, tanto por la manera en la que se desató como por la dimensión que tomó”, rememoró Benetti, quien explicó que la sequía y el calor fueron en gran parte responsables para que se generara un incendio de esta magnitud.
