Las víctimas fueron coincidentes en cuanto a como él captaba su voluntad con promesas de trabajo y se hacía el curandero. Les suministraba los somníferos a través de jugo o mate para después abusar de ellas; incluso de una de las victimas era menor de edad al momento de los hechos”, explicó el querellante Boris Cohen.
Una vez condenado, se dio por finalizado el sumario administrativo y se dispuso la cesantía al hombre que se desempañaba en un cargo administrativo de la Subsecretaría de Derechos Humanos.