La medida se basa en “las dificultades que está generando la situación cambiaria existente con la República Argentina, que afecta principalmente a los departamentos fronterizos con esa república por paso de frontera terrestre y en el radio de mayor cercanía”.
Para el gobierno uruguayo, “dicha situación ocasiona un perjuicio al comercio minorista nacional con impacto en el sector laboral”. Por eso, consideró necesario “seguir adoptando medidas para contemplar el impacto en los distintos sectores de actividad”.
Los comercios minoristas de bienes y servicios serán beneficiados de acuerdo a la cuarta revisión de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme, ya sea que se encuentren en un departamento fronterizo con Argentina, que tengan un cruce terrestre o bien estén dentro de un radio de 60 kilómetros del paso internacional.
No se incluye en la lista a los comercios de automotores y motocicletas, servicios de transporte y a los prestados por instituciones reguladas por el Banco Central, así como todo otro servicio que, por su naturaleza, no se encuentre en competencia con los prestados en Argentina.
La medida será por seis meses, renovables en función de la situación.
