Vallory grabó un audio de WhatsApp para enviar a quienes siempre la apoyaron en sus proyectos y hoy lo hacen en este trance.
El mensaje de Vallory
Por designación del intendente (Mariano) Rebord, estos años utilicé mis horas de empleada municipal para desarrollar proyectos turísticos. Fue así que con la participación de muchos sectores e instituciones hemos hecho uno de los tres previstos para estos cuatro años: la Escuela de Oficios Turísticos, de la cual a fines de 2017 se recibieron 44 personas, todas con salida laboral. En este 2018, se extendió a todo el departamento con más de 200 inscriptos.Como esto ya estaba encaminado, estaba desarrollando en las horas que debía cumplir como empleada municipal, los otros dos proyectos para Colón y la zona, con el objetivo de generar oportunidades desde este modesto lugar.
Ayer he tenido la triste comunicación por parte de la Secretaría de Hacienda, Turismo y Cultura, a cargo de Laura Palazzo, que el gabinete del Departamento Ejecutivo Municipal ha resuelto que ya no es útil que siga generando proyectos vinculados a lo productivo, turístico, educativo o ambiental, comunicándose que solo pasaré a cumplir un horario administrativo y tareas para Habilitaciones.
Agradezco el acompañamiento y compromiso para ese logro conjunto, para que sin mezquindades hayamos podido sumar a ese fin común. Por supuesto, me quedan las ganas de concretar los otros dos, para los cuales contaba con estas horas como administrativa. Pero bueno, debo empezar a cumplir en una oficina de atención al público que no es afín con lo que sé hacer, pero es la decisión de la administración municipal de Colón.
Seguiré acompañando la Escuela de Oficios Turísticos y soñando con más, porque quedaba mucho por hacer. Y los proyectos truncos, a alguien le interesará acompañarlos o será en otro momento que los pueda llevar adelante con gente que ponga el bien común por sobre los intereses personales y egoístas.
Saben de mis convicciones y valores. Estas cosas me quiebran, pero como creyente sé que Dios no me suelta la mano, como dice Lucas 23, se me ocurre decir “Padre, perdónalos, no saben lo que hacen”, sin pretender hacerme la víctima, sino que tiene que ver con mi fe y lo que siempre me ha ayudado en un momento de quiebre difícil de comprender, pero uno lo puede ver también como la posibilidad de seguir adelante desde otro lugar.
