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Fuente: Consejo Empresario de Entre Ríos
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Más temprano esta semana, en una nota publicada en este diario, se hacía alusión a un informe de la Unión Industrial de Entre Ríos, donde se explicaban las diferencias entre la estructura productiva de nuestra provincia y aquellas de nuestras dos provincias hermanas de la Región Centro, Santa Fe y Córdoba.

De acuerdo a ese estudio, en Entre Ríos 127 mil personas o poco menos de un 10% de la población total trabajan en el sector privado, contra 479 mil en Córdoba, o sea un 13%, y 482 mil en Santa Fe, o un 14%. A nivel empleados públicos en todos sus estamentos - nacionales, provinciales y municipales, más pasivos-, la proporción es inversa. En Entre Ríos ese grupo alcanza las 170 mil personas o 13% de la población de la provincia, mientras que en Córdoba ese número es 276 mil o poco más del 7%, y en Santa Fe 269 mil, con un porcentaje similar al de la provincia mediterránea.

No hay que ser entonces muy entendido en números para reparar en el hecho de que en Entre Ríos el empleo público supera con holgura al privado registrado, en un 35% aproximadamente, mientras que en las otras dos provincias el empleo público es sensiblemente menor al privado por un margen mayor al 40% en ambos casos.

Resulta casi imposible pensar que la actual gestión de Gustavo Bordet no es consciente de esta asimetría, que por otra parte muestra una tendencia creciente. Estas cifras son resultados, como lo expresó casi con demasiada timidez hace unos días el intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, de ¨muchos años de estancamiento¨, en una provincia en la que hace rato que el sector privado dejó de crecer. Por aquí, el único sector floreciente en décadas ha sido el sector público, lo que nos indica el inexorable y continuo retroceso de la economía de nuestra provincia dentro del contexto nacional, lo que nos vuelve a todos, todos los días, un poco más pobre que el día anterior.

Dentro de este delicado contexto, es más que obvio que tanto la provincia como las organizaciones intermedias que nuclean a distintos sectores productivos deberían hacer esfuerzos por articular políticas de manera conjunta, como para, por lo menos, frenar sino revertir la tendencia. Pero antes, aún más importante es la toma de conciencia. Cuando uno dialoga con nuestras autoridades, en todos los niveles, resulta obvio que no terminan de hacerse una cabal idea de la gravedad del problema. Incluso, cuando al gobernador desde este mismo medio, tiempo atrás se le resaltó que el trabajador registrado del sector privado ganaba menos que el del público, su inesperada respuesta fue ¨entonces el sector privado debería hacer el esfuerzo de pagar mejores sueldos¨. Como si fuera así de fácil y como si no terminara de entender del todo al problema.
Fuente: El Entre Ríos

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