Al mismo tiempo, y como hemos tenido oportunidad de denunciarlo, el camino que une Ubajay con San Salvador, recientemente habilitado con su flamante pavimentado, se lo ve aparecer todos los días con un pozo nuevo, al que prolijamente se lo marca con un circulo de pintura blanca.
Mientras tanto, como hemos tenido ocasión de informar a lo largo de los últimos meses, el gobierno provincial, a través del Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (Iapv), llevará adelante la obra de canalización del arroyo El Doctor y el alcantarillado sobre calle Artigas del barrio de las cien viviendas de San José.
La gacetilla oficial agrega que con la concreción de esa obra “se estará en condiciones de avanzar en la entrega de las primeras 50 viviendas pertenecientes al Sindicato de la Carne y, al finalizar la misma, las 50 casas restantes”. Añadiendo que “la obra consiste en la ejecución de una alcantarilla rectangular de hormigón armado sobre Artigas, con sus respectivos cabezales de 5 luces, base de 3 metros y 2 metros de altura cada una y una baranda de protección”.
Lo que calla la información oficial, es que por no haberse construido una alcantarilla cuyo valor actual de licitación es de poco más de tres millones de pesos, han quedado sin entregar cien viviendas -o sea que se ha defraudado por negligencia e inoperancia a cien familias- que esperan ocupar sus casas desde hace dos años.
De lo que no habla la gacetilla, seguramente por ignorarlo, es que desde hace mucho tiempo, y cada vez de una manera más notoria, el ahora mal llamado arroyo El doctor se ha convertido en un canal cloacal a cielo abierto a vista de quien lo quiere ver, y ante la paciencia convertida en resignación de los moradores de su entorno.
No queremos ocuparnos en la oportunidad de las dificultades, por lo visto insuperables de la Municipalidad de Colón -la que mientras se entretiene, en lo que parece ser una cortina de humo, en promover la discusión acerca del necesario replanteo urbanístico de la calle 12 de Abril, algo que no hizo en oportunidad de la instalación del fallido sistema de estacionamiento medido; o de la hasta ahora inconclusa apropiación de tierras de la Escuela Agrotécnica con destino a la instalación en el lugar de las lagunas de tratamiento de los efluentes cloacales- se muestra incapaz de dar solución a otros problemas que ella misma provoca, como el dar una solución a los cuarenta adquirentes de terrenos -que pagaron con dinero contante y sonante- y que todavía están esperando una respuesta a su incertidumbre enojada.
Repaso que al concluir nos confirma en la convicción que, más allá de lo que digan quienes los integran, nuestros gobiernos no sirven, no importa aquí por qué. Aunque claro que importa, ya que somos todos los que los sufrimos.
