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El 27 de enero se cumplieron 74 años desde la liberación por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau en 1945. Desde el 2005, la Asamblea de Naciones Unidas proclamó este día como el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto. Un día que no se puede olvidar y sin embargo muchos lo están haciendo.

Según una encuesta elaborada por la Universidad de TelAviv para la cadena CNN en siete países de Europa, una tercera parte de los encuestados desconocía el exterminio de más de 6 millones de judío durante el nazismo. A su vez, según un estudio encargado por “The Conference on Jewish Material Claims Against Germany”, un 22% de los llamados millennials norteamericanos (más de la quinta parte de esta generación) desconoce esta matanza mundial.

¿Nos estamos olvidando de un suceso que aniquiló a varios millones de personas? Las encuestas nombradas son solo dos dentro de varias que indican similares resultados. No, no podemos olvidar.

Es por ello que cada año surgen iniciativas para mantener vivos en nuestra memoria este tipo de crímenes además de dárselo a conocer a las nuevas generaciones. En ese sentido, la red social Facebook y el Museo del Holocausto de Jerusalén, Yad Vashem crearon el Muro del Recuerdo, un mural virtual para que las personas recuerden a todas estas personas asesinadas durante la Segunda Guerra Mundial.

El objetivo es llevarnos de forma virtual a la información que yace en la famosa Sala del Recuerdo de esta institución: un lugar redondo con una bóveda abierta hacia el cielo con las fotos de todos los asesinados y donde se guardan los tomos que contienen los detalles recopilados sobre cada una de las víctimas. El muro se puede acceder hasta hoy, martes 29 de enero.

Recordar es importante no solo para que una sociedad pueda sanar sino también para que otras no repitan sus mismos errores. Quien olvida o quien no recibe la enseñanza de los hechos ocurridos puede caer en su misma repetición. Y eso es algo que la humanidad no se puede permitir.

Así como los argentinos dijimos Nunca Más, el mundo debería recordar que prometimos lo mismo al caer el nazismo. No podemos volver a permitir que esto suceda y para ello es importante que conozcamos lo que pasó.

A modo de síntesis y para brindar un poco de información para quienes no saben de qué se trata, el genocidio judío consistió en un plan sistemático del Nazismo (régimen alemán dirigido por Adolf Hitler quien fuera la cabeza de esta nación) que se expandió por todo el continente europeo con el objetivo de aniquilar principalmente al pueblo judío, pero también a otras grupos como los gitanos, los homosexuales y discapacitados.

El proceso se realizó en varias etapas comenzando con una serie de medidas restrictivas como la exclusión de estos grupos de ciertos lugares como bares/restaurantes, la prohibición de caminar por las calles y la obligación de utilizar una insignia amarilla en su brazo para ser identificados, entre otros. A esto le siguió su segregación en barrios determinados como guetos y luego su movilización forzosa hacia campos de exterminio donde debían realizar trabajos forzosos bajo circunstancias inhumanas.

En los campos de concentración, la muerte les seguía prácticamente a todos. Desde su asesinato directo a través de cámaras de gas y fusilamientos, al “indirecto” a partir de la obligación de realizar trabajos forzosos, la privación de alimentos, agua y sueño, el frío letal y la falta de atención de enfermedades.

El horror que se vivió en esa época jamás abandono la conciencia de quienes lo atravesaron. Más de 6 millones de personas. No olvidemos. Es el único homenaje para todos ellos que sufrieron uno de los horrores más crueles perpetrados por el ser humano que nosotros les podemos dar. Y es nuestra responsabilidad hacerlo. Olvidar no es una opción.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa).

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