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Estamos a pocas horas de participar en las elecciones de quienes nos gobernarán los próximos cuatro años en la Argentina. Uno de los precandidatos había expresado que sería conveniente o necesario realizar test psicotécnicos a aquellos que participan de este proceso tan importante para todos los ciudadanos.

Repasando la historia, vemos que la escala de Binet-simón es la gran madre de los test con innumerables descendientes en los Estados Unidos. La revista MID publicó en 1890 un artículo “Mentas test and measurements”, de James Mc Kean, en la que apareció por primera vez el término test, por lo que se podría afirmar que la psicometría nació oficialmente ese año.

Su auge o crecimiento se da en Estados Unidos en la primera guerra mundial en el año 1917; se utilizaron para la selección de los reclutas o soldados y fue de aplicación masiva. Este proceso, que había sido muy exitoso, se volvió a usar en la segunda guerra mundial expandiéndose a otros países en Europa y posteriormente se comenzó a aplicar en otros ámbitos, entre ellos en el mundo laboral.

Los test psicológicos son herramientas o instrumentos estandarizados para medir o evaluar ciertas características que forman parte de la psiquis humana.

Existen distintos tipos de test; se los puede clasificar en psicométricos y proyectivos. Los primeros son aquellos más estandarizados y se utilizan para evaluar características o aspectos concretos como la inteligencia, la memoria, percepción, atención; se caracterizan por contener estímulos estructurados y preguntas cerradas que responden a una sola interpretación.

Los test proyectivos se caracterizan por contener preguntas abiertas y estímulos desestructurados, pueden tener múltiples interpretaciones y no hay una única respuesta, tampoco correcta o incorrecta. Se parte de la idea que ante un estimulo determinado las personas proyectan sus rasgos de personalidad y conflictos o problemas inconscientes para elaborar una respuesta.

Entre los test más conocidos podemos nombrar el de Rorschach, Zulliger, Figura Humana, Bajo la lluvia, Dibujo animal y muchos más.

Ambos tipos de test tanto los psicométricos como los proyectivos permiten evaluar o medir

- Rasgos de personalidad

- Habilidades, conocimientos, capacidad cognitiva, capacidad para resolver problemas

- Inteligencia, sentimientos, aptitudes, actitudes, intereses

- Comportamientos depresivos o de ansiedad

En síntesis, existen innumerables tipos de test orientados a evaluar a las personas para determinados tipos de actividades, pero también para la elaboración de psicodiagnósticos.

Retornando al origen de esta breve referencia a las pruebas psicotécnicas, me permitiré compartir mi experiencia en la selección de personas para ocupar puestos de relevancia en el ámbito laboral.

Las pruebas antes mencionadas se realizan luego de transitar una preselección con la lectura de antecedentes y de entrevistas iniciales. En este paso se analizan la formación académica, la experiencia laboral, las distintas responsabilidades ejercidas, los desafíos que enfrentó el postulante, los resultados obtenidos, los recursos utilizados y una primera impresión de los aspectos vinculados con la personalidad.

Si consideramos a esta etapa de selección como una especie de calibre “pasa - no pasa” debo confesar que de los candidatos preseleccionados en las PASO no tendría ninguna necesidad de realizar un test psicotécnico, con el agravante que me resultaría muy difícil elegir uno de ellos para la responsabilidad que se postulan.

Como son individuos de alta exposición pública, existen innumerables elementos que facilitan hacer una evaluación de los rasgos de personalidad sin temor a equivocarme; evitaría así un gasto adicional con el test.

Algunos aspectos que permiten una evaluación asertiva; por ejemplo, los candidatos que gritan desaforadamente. Los gritos indican que se padece una inestabilidad emocional notoria, que se quiere aparecer más fuerte y poderoso de lo que realmente se es, se intenta ejercer un dominio de la situación y en verdad lo que se muestra es que ni siquiera se tiene control de sí mismo.

La autoridad solo se logra con la coherencia entre lo que se dice y se hace, el conocimiento, la experiencia, el saber decir ‘esto no lo sé’ y con el ejemplo cotidiano.

En definitiva, quien grita no solo es una persona insegura e incapaz, sino que es muy peligroso para quienes lo padecen.

También me permitiré recordar las características que definen a un psicópata: gran capacidad verbal y encanto inicial que se diluye muy rápidamente, tendencia a mentir de forma enfermiza o patológica, manipulador y malicioso, carencia de culpa, ausencia de empatía con el sufrimiento ajeno, impulsividad y egoísmo.

Otros aspectos como la pobreza del discurso, las limitaciones intelectuales, las expresiones vulgares y fuera de toda racionalidad, nos permiten afirmar con certeza que no es necesario invertir en test psicológicos; no hay ninguna necesidad, las evidencias son irrefutables.

Mañana 22 de octubre es un día trascendente en la historia de nuestro país, no dejemos de participar y pidamos al supremo que nos de sabiduría.

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