Berruhet explicó que en el encuentro se acordó solicitar a los legisladores un rápido trámite a la declaración de emergencia agropecuaria, debido a que, en la actualidad, las pérdidas ocasionadas por la sequía en el departamento, ya se establecen -como mínimo- en un 50 por ciento”.
Malestar generalizado
“La sola medida de decretar la emergencia agropecuaria, así como está planteada en la actualidad, no sirve”, afirmó el contador, quien explicó que “la prórroga del impuesto inmobiliario hasta la finalización de la emergencia es contraproducente, ya que, al vencimiento de la emergencia, se junta con los anticipos corrientes, y el productor sigue en crisis y no puede pagar, ni los anticipos prorrogados ni los corrientes”.Además, las ayudas financieras nunca llegan a la mayoría de los productores, “y a los pocos a los que les llega, les llega tarde, pero además, las entidades financieras, bajan la calificación de los productores que obtienen los certificados de emergencia o desastre, haciendo más difícil el acceso a créditos y o herramientas financieras”.
Berruhet recordó que “no hay exención para pagos de impuestos nacionales, ni planes especiales a largo plazo”, y destacó que tampoco los organismos recaudadores, tanto nacionales y provinciales (Afip, Ater), acompañan las medidas tomadas por el Gobierno de la provincia, a lo que sumó la burocracia para la obtención de los beneficios.
Necesidades planteadas
En el encuentro realizado en la sede de Coopar, en el que participaron además de Berruhet, Marcos Cavagna y Amilcar Olivera, de la Cooperativa Agropecuaria “El Progreso”; Fabián Chort, Rubén Leichner y Pablo Müller, por La Ganadera General Ramírez; Bernardo Berruhet, por la Cámara de Productores Lecheros de Entre Ríos (Caproler), y Matías Sabre, por la Sociedad Rural de Nogoyá, se definió solicitar al Gobierno que decrete la Emergencia Agropecuaria, pero introduciendo cambios, para que realmente sirva a los productores damnificados.Además, se analizaron todas y cada una de las necesidades por actividad. Por ejemplo, para la agricultura, primó el consenso en reclamar financiación para la campaña actual, y principalmente, para la próxima. Demandar el otorgamiento de créditos blandos, a pagar como mínimo en cinco años, con tasas subsidiadas y periodo de gracia, así como la refinanciación de pasivos actuales. También, demandar al Gobierno la posibilidad de tomar pagos a cuenta del incremento en el costo del gas oil, y peticionar que se instrumente ayuda financiera a través de las cooperativas.
Para la ganadería, se reafirmaron los mismos puntos que se pidieron para la agricultura, y sumaron el pedido de ayuda financiera a través de la Sociedad Rural de Nogoyá, además de una compensación económica, por venta forzosa.
Para la lechería, los reclamos fueron similares pero proponiendo que la ayuda financiera se instrumente a través de la Caproler.
Reclamos con propuestas
Berruhet afirmó que, si bien se realizaron reclamos, también se presentaron propuestas para solucionar la nueva crisis que se avizora por la sequía. “No sirve reclamar si no se proponen soluciones. En este caso, se acordó plantear modificaciones al actual régimen de emergencia agropecuaria, canalizar los reclamos y solicitudes a través de las entidades intermedias (cooperativas, Sociedad Rural y Caproler); diferenciar las medidas por actividad: agricultura, ganadería, tambo, economías regionales y establecer medidas a nivel Nacional y Provincial”.El detalle
Al Gobierno provincial, los productores le reclaman la prórroga del Impuesto Inmobiliario, ya que consideran que por el periodo de la emergencia es contraproducente. “Hay que plantear la exención o pago programado a largo plazo”, reclamó Berruhet.También se pronunciaron contra el aumento del impuesto previsto para este año (un 35 por ciento), ya que incrementa el costo para el productor, en forma directa o con arrendamientos más caros.
Demandaron al Gobierno ayuda financiera, diferenciada por actividad (agricultura, ganadería, tambo, economías regionales). “Hay coincidencia que los créditos anteriores con un plazo de un año o una campaña, no sirve. Por eso acordamos solicitar créditos blandos, con tasa subsidiada, con un mínimo de cinco años, en lo posible con periodo de gracia de seis meses o un año”.
Otros reclamos fueron agilizar los canales de ayuda y desburocratizar los tramites; que las medidas lleguen en tiempos oportunos, y no cuando ya sea tarde y que, para calificar a los sujetos de créditos, no se mire solamente la situación actual, sino también la proyectada.
Los representantes de las entidades presentes también le hicieron al Gobierno de Mauricio Macri los mismos pedidos que al de Gustavo Bordet, además de reclamarle beneficios impositivos, como la utilización de saldos técnicos y de libre disponibilidad para el pago de cargas patronales, y los pagos a cuenta del gas oil.