Ojeda explicó que su mayor preocupación pasa por volver a trabajar para sostener a su familia. “Si tengo que venir a firmar tres veces a la semana, ninguna persona me contrataría”, se quejó.
El médico manifestó que tiene “una familia a cargo, con menores” e insistió en su necesidad “de trabajar, básicamente, para llevarles el sustento”, porque, confesó, “estoy pasando por una crisis económica”, ya que “la última vez que trabajé fue a fines de enero”. “Con un sueldo de mi esposa – que es docente universitaria en la UADER – no la estamos pasando para nada bien”, agregó.
El cirujano también insinuó un mea culpa cuando dijo sentirse “muy mal con todo lo que sucedió”. "Estoy muy apenado" admitió, aunque de inmediato aseguró que está esperando la oportunidad para decir su "verdad”. Por último, Ojeda se mostró consciente de que su situación judicial es muy complicada al señalar que no espera "salir sin ninguna pena".