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Nahir Galarza, la joven condenada a perpetua por matar a su novio el 30 de diciembre de 2017, cumple este miércoles 1.300 días en la cárcel de mujeres de Paraná. Es el mismo tiempo que lleva sin vida Fernando Pastorizzo.

“Siento que llevo encerrada una eternidad”, dijo la entrerriana a través de una breve llamada telefónica. En sus días presa en la comisaría de la Mujer y el Menor en Gualeguaychú, al principio, y en la Unidad Penal Número 6 de Mujeres de Paraná, Nahir (que purga una condena perpetua por el crimen de Pastorizzo), vivió situaciones intensas.
Problemas “por ser mediática”
El último conflicto ocurrió la semana pasada, cuando sus compañeras comenzaron a gritar contra Nahir y a increparla porque les secuestraron los celulares y según ellas la versión que dieron las guardias era que Nahir había denunciado la situación. Pero la abogada de Nahir, Raquel Hermida Leyenda, desmintió categóricamente que su defendida haya hecho una denuncia.

“Las internas fueron engañadas por la unidad penitenciaria. Les dijeron que les secuestraban los celulares porque habían posteado fotos en las redes. Esto le genera un problema a Nahir con el resto de la población carcelaría y ella no tuvo nada que ver”, dijo la abogada.

Además, el uso del teléfono celular estaba permitido en determinado horario. Por esta situación, a Nahir le sacaron su celular -que estaba autorizado- y sólo puede comunicarse con sus padres por el teléfono fijo del penal.

“Por suerte pudo aclarar todo con las compañeras. Se la querían comer cruda. No sabemos porque la quieren hundir. Le prohibieron hacer dos talleres literarios, le dejan la computadora sólo una hora para estudiar Psicología y música. Pareciera que quieren que se quede encerrada y no quiera estudiar o hacer actividades para incorporar conocimiento”, dijo un allegado a la familia.

Están convencidos de que las autoridades de la cárcel, empezando por la directora María del Carmen Muñoz, tienen una especie de hostilidad con Nahir, a diferencia de las otras internas. “Quizá sea por lo mediático del caso, pero no la dejan ejercer sus derechos”, dice uno de los abogados de la condenada.
Sobre el romance con Matías Caudana
También trascendió que estaba embarazada, lo que fue desmentido. Y salió a la luz su presunto romance con Matías Caudana, el joven hijo de un hombre condenado por narcotráfico. La joven dice que nunca fue su novio, que no lo ve más y que las fotos que salieron hace una semana de ellos dos dándose un beso son viejas. El abogado de Matías Caudana reveló detalles de la relación entre su cliente y Nahir Galarza. “Parece que tiene más ribetes de amor”, expresó y contó pormenores de cuando se conocieron.
El falso intento de fuga
No es el primer problema que protagoniza en prisión. El 21 de marzo de 2019, fue acusada por dos compañeras de la cárcel de mujeres de Paraná de tener un plan para matarlas y fugarse del penal. La Justicia lo desestimó.

Ludmila Soto, una de ellas, mandó una carta a las autoridades de la cárcel. “Nahir tenía un plan con su padre para fugarse porque no piensa estar 35 años acá y además dijo que si la seguía molestando iba a ahorcar con una toalla a una de mis compañeras, Griselda Bordeira”. Además, las detenidas dijeron que se turnaban para dormir por temor a ser asesinadas por Nahir. Y que “tenía estudiadas distintas maneras de matar”.

Soto (que pasó de ser amiga a enemiga de Nahir) dijo además que, por las noches, Nahir deambulaba en forma extraña. “Se para en la oscuridad y nos mira fijo. A veces se sube a un mueble y no deja de observarnos”, dijo Soto.

Ludmila Soto era policía y está acusada por privación ilegítima de la libertad con abuso funcional, vejaciones en acto de servicio y apremios ilegales. Se sospecha que junto a otros ocho policías detuvieron ilegalmente a nueve jóvenes en 2012 y les practicaron un simulacro de fusilamiento en un descampado, frente a un pelotón.
Denuncias de acoso sexual
Pero la versión de la joven condenada es otra. Acusó a Soto de acoso sexual. “Se le tiró encima varias veces, la arrinconó y le propuso tener algo, y Nahir le aclaró que le gustan los chicos. Vivió un momento muy feo”, dijo a un allegado a Nahir. “Me espiaba mientras me bañaba, me robaba la ropa interior y un día me manoseó”, denunció la joven.
La pelea con Bordeira
En noviembre de 2018 Nahir tuvo un entredicho con Griselda Bordeira, la ex sargento de policía acusada por narcotráfico. Según trascendió, Nahir escuchaba música en sus auriculares cuando escuchó que Bordeira la criticaba. Discutieron y la relación quedó tensa. Bordeira comenzó a llamar a los medios para decir que Nahir la había amenazado. La joven siempre lo desmintió y acusó a su rival de mentirosa y de buscar fama.

“¿A ustedes les parece que Nahir puede amenazar a dos ex policías, una de ellas torturadora de menores y la otra cómplice de peligrosos narcos que llegó a amenazar al juez federal de Paraná Daniel Alonso?”, razonó a Infobae un familiar de Nahir.

Nahir dijo que todo es mentira, que la molestan, que quieren prensa, que ella nunca les hizo nada. Ella y sus compañeras estuvieron incomunicadas, no pueden hacer ni recibir llamadas en el teléfono de la cárcel.
El muñeco en su habitación
El 9 de agosto de 2019, las autoridades de la cárcel de Mujeres de Paraná, sospecharon que pudo haber planeado fugarse el domingo que votó en las PASO. Una guardia encontró un muñeco de trapo con pantalón, buzo y capucha en su celda. Al estilo de la famosa fuga de Alcatraz, cuando los fugados dejaron muñecos en las camas donde dormían.

“La foto del muñeco de trapo fue incorporada al expediente y se investiga si Galarza y otras dos internas más pensaban fugarse, otra posibilidad es que se trate de una broma interna”, dijo una fuente judicial. Al final la pesquisa se cerró y se determinó que no hubo indicios ni pruebas de un intento de huida.

La familia y los abogados de la joven desmintieron que ella hubiera querido escapar: “Ese muñeco, hecho con una escoba y una pala, no lo hizo Nahir. La quieren perjudicar. Ella no piensa escapar. Ya se hizo la idea de que va a estar ahí mucho tiempo. Y por eso estudia Psicología, lee y escribe. Y llegó a estudiar Diseño de Indumentaria. Pero de ahí a armar un muñeco para escapar... Están viendo muchas películas. Además, si alguien quisiera fugarse arma algo mejor, le pone cabello parecido al de ella y no fabrica ese mamarracho que parece un espantapájaros”, dijo un familiar de la joven, que desde el 31 de diciembre estuvo encerrada 15 días en un calabozo.
Fuente: Infobae.

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