La obra, que adoptó la nueva imagen corporativa del banco, redefinió el concepto de sucursal tradicional, priorizando la experiencia del usuario como eje central. Con una superficie de 250 metros cuadrados, el diseño incorpora elementos modernos como grandes planos vidriados, mobiliario innovador y tecnología de última generación. "Esta nueva sucursal simboliza un cambio de paradigma en nuestro modelo de atención a los clientes. No solo es un espacio más moderno, sino que está pensada para que cada persona que nos visita tenga una experiencia ágil, diferencial y acorde a las necesidades actuales. Seguimos apostando a la tecnología y la cercanía como valores fundamentales para potenciar el desarrollo de la región”, destacó Miguel Ángel Malatesta, gerente general de Banco Entre Ríos. El edificio, construido en tiempo récord mediante la técnica de Steel Frame, combina un diseño armonioso que se integra al entorno urbano con tecnología de última generación, incluyendo cuatro cajeros automáticos y una terminal de autoservicio en un amplio lobby climatizado. Su esquema de atención pone al cliente en el centro, transformando el modelo tradicional para ofrecer productos y servicios adaptados a sus necesidades.
Esta nueva sucursal se suma a una red con más de 1.000 puntos de atención que Banco Entre Ríos dispone en toda la región con sucursales, centros de negocios, dependencias automatizadas, centros de pago, cajeros automáticos, terminales de autoservicio y Entre Ríos Servicios, que lo posicionan como la entidad financiera más importante de la provincia.
El edificio está ubicado sobre calle General Urquiza esquina Francisco Ramírez y reemplaza al punto de atención que se encontraba en calle Roque Sáenz Peña N° 351.