También, “tengan en cuenta en el momento de presentar sus argumentos y de levantar sus manos en el instante final de la sanción legislativa, que la historia los juzgará y ese juicio será inapelable porque millones de almas presentes y futuras no perdonarán el sesgo brutal de la inocencia condenada a muerte”, les remarcan estas mujeres.
“Millones de inocentes están en sus manos. Una generación presente y una generación futura los están observando con esmerada atención. Nadie sabe cuál será la reacción de una comunidad que desde su origen defendió la vida”, agregan.
“Sangriento e inhumano”
“Senadores coterráneos”, invocan las mujeres de la CGT de Concordia en otro tramo de su carta abierta, “piensen, valoren, razonen y reflexionen; la muerte no es una moneda de canje”.Asimismo, les dicen “cuidado con las ideologías que la propician que desprecian la vida y que pretenden arrasar con nuestros valores de siempre: Independientemente de las normas morales, religiosas y científicas que han demostrado, bajo sólidos argumentos que el aborto, por más que se le quiera asignar presunta legalidad, no es más que el asesinato de una persona por nacer y su práctica es sangrienta e inhumana”.
“El feto no es un fenómeno: fenómeno es una cosa inmaterial, hecho o suceso que se manifiesta y puede percibirse a través de sentidos del intelecto. El niño por nacer es una persona viva”.
En esa línea, consideran que el aborto “es una manifestación indigna de la conducta humana. La ley no lo convierte en un acto loable ni de alabanza. La Constitución Nacional así lo afirma en cuanto al principio de la concepción de la persona humana”.
“Que se quiera alterar nuestra carta magna por poderes foráneos rechaza toda lógica, hiere los sentimientos más profundos de nuestra Patria y constituye la absoluta abdicación de la soberanía de una Nación”, añaden.
¿Por “la vida” o por “la muerte”?
“El Senado decidirá si se salva a las dos vidas o se condena a la muerte legal a una de las vidas. No hay juicio ni letrado que pueda defenderlo”, dejan planteado.“Señores legisladores”, indagan desde la Secretaría de la Mujer, una vez más: “El sistema representativo los sentó en este foro que debe resolver el dilema de la vida y la muerte”.
En caso de aprobarse este proyecto, “que patentiza la crueldad organizada, el pueblo argentino sobrellevará la vigencia de la ley más infame de la historia legislativa argentina”.
