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“Razones y compromisos del triunfo en Concordia”, dice el encabezado de una columna de opinión que lleva la firma del doctor Marcelo López, congresal provincial de la Unión Cívica Radical y dirigente del centenario partido en la ciudad cabecera de la costa entrerriana del río Uruguay.

En primer término, analiza la derrota del Frente de Todos que en Concordia pasó de ser por una diferencia de 10 puntos porcentuales en las PASO a 18 en las generales del 14 de noviembre último. Lo explica, entre otras causas, por “promesas sin sustancia de justicia social” que ya no disimulan “largos años de gestiones sin mayores resultados”. “En ese hartazgo también se expresa un rechazo puntual: a usar los cargos como trampolín de ocasión. Parece que ninguna función es digna de la dedicación de un dirigente: de la intendencia a una oficina nacional, de allí a una diputación que también está en veremos”, reflexiona luego en clara alusión al concordiense Enrique Tomás Cresto, intendente en uso de licencia de Concordia. Destaca, también el hijo del fallecido exsenador nacional Alcides Humberto López (ocupó una banca en la Cámara Alta Nacional entre 1995 y 2001), que hay “una coalición opositora que se viene consolidando y que trabaja para tener un proyecto común por encima de las divergencias”.

A continuación, el texto completo:

A días de las elecciones generales, se imponen lecturas más atentas a las posibles causas de la expresión de la ciudadanía de Concordia. ¿A qué razones obedece el retroceso notorio del PJ en favor de Juntos por Entre Ríos? Creo con honestidad que hay diversas causas que lo explican pero que, principalmente, se resume en un hartazgo hacia una forma de gobernar de dirigentes encapsulados y perpetuados en sus dinámicas de reparto de poder que cristalizaron en métodos que favorecen a unos pocos, los de siempre: a esa aristocracia política enriquecida que se turna en el poder.

La verba inflamada de promesas sin sustancia de justicia social ya no disimula los largos años de gestiones sin mayores resultados. No hace falta recordar los índices sociales de nuestra ciudad carcomida por la pobreza, la desigualdad, inseguridad, drogas, desempleo y falta de oportunidades; mientras, las mismas familias políticas de siempre se turnan en el poder y donde las peleas internas de esa oligarquía son las únicas prioridades. La pandemia no alcanza como excusa ante esos conciudadanos que, desde hace años, subsisten en el abandono de la informalidad, donde no hay cloacas, sin calles, sin luz, sin agua de calidad, ni algo de seguridad, y que, además, durante la cuarentena se quedaron sin educación ni salud y sin poder salir a trabajar. Esas personas en Concordia se cuentan de a miles.

En ese hartazgo también se expresa un rechazo puntual: a usar los cargos como trampolín de ocasión. Parece que ninguna función es digna de la dedicación de un dirigente: de la intendencia a una oficina nacional, de allí a una diputación que también está en veremos. Porque, según parece, el Frente de Todos no está seguro de que su principal espada en esta elección asuma en diciembre en el que cargo para el que compitió. En vez de honrar su palabra, de cumplir cabalmente los compromisos asumidos, se impone la deshonestidad perpetua como forma de gestionar las cargas públicas.

Por eso creo que, más allá de la expresión electoral de una elección de medio término, hay un cambio conceptual que se percibía y que ahora se ve con claridad: la gente dijo basta. Ya no acepta más que las promesas queden en el aire y no se verifiquen en su vida cotidiana y en sus perspectivas hacia el futuro. El mensaje de la ciudadanía en las urnas fue contundente y harían mal quienes hoy gobiernan la ciudad, la provincia y la nación en desconocerlo.

Ese fastidio de los concordienses encontró su expresión en una propuesta que se viene abriendo camino desde hace un tiempo. El triunfo de Juntos por ER fue posible porque encarna una coalición opositora que se viene consolidando y que trabaja para tener un proyecto común por encima de las divergencias. En Concordia se vio claramente: en casi ningún lugar de la provincia el retroceso del partido de gobierno fue tan contundente como en mi ciudad.

Las urnas lo dejaron por escrito pero esa voz de rechazo se viene escuchando desde hace tiempo en los barrios y calles, voces que venimos escuchando a cada mayor penetración barrial que vamos teniendo los dirigentes de Juntos por ER. Por eso es que creo que el resultado nos compromete fuertemente a quienes venimos recorriendo cada barrio, escuchando a los vecinos y llevando la propuesta alternativa. Desde los barrios del sur hasta los más al norte y desde los del este hasta los del oeste, hay un trabajo que hacer de cara a la nueva etapa. HAY UN COMPROMISO CON CONCORDIA.-

Marcelo Lopez
Congresal Provincial y Dirigente de la UCR
Fuente: El Entre Ríos.

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