Luego, durante el diálogo con la emisora de El Entre Ríos en Concordia, el cura marcó que al comedor comunitario asisten, de lunes a viernes, 400 personas a almorzar. Además, también con las partidas de dinero que envía Nación, atienden a otras 100 personas en el Centro San Andrés, ubicado en la misma barriada sur de Concordia.
Mientras tanto, la solidaridad de los vecinos morigera el problema y este miércoles volvieron a abrir el comedor comunitario y en San Andrés. “Hoy con esta colaboración voluntaria vamos a servir la comida (las 400 porciones de aquí y 100 que tenemos en San Andrés, sumando los chicos de distintos turnos y que también, este lunes y martes, no pudimos abastecer)”, precisó Petelín.
¿Cómo eleva el sacerdote el reclamo al Ministerio que conduce Victoria Tolosa Paz? “El único reclamo que tenemos es el llamado por teléfono para ver cuándo nos van a enviar el dinero y nos dicen: ‘ya, en cualquier momento llegará’. Eso nos dijeron la semana pasada porque es antes de fin de mes que llega el desembolso. Ya estamos a 4 de octubre y no llegó”, respondió.
Respecto a la inflación que afecta las posibilidades de cualquier ciudadano, marcó que en el caso de la Gruta de Lourdes se optó por seguir dándole de comer a todos aunque no puedan respetar los protocolos vigentes respecto a las dosis necesarias de alimentos como la carne.
“Tenemos que disminuir la parte de carne y aumentar alguna otra cosa como el fideo o el arroz. Es la manera de que puedan tener un alimento. Si nos tuviéramos que regir por los que nos indican no le podríamos dar de comer a todas las personas y es otra situación dolorosa así que tenemos que disminuir algunas cosas para que todos puedan tener comida”, explicó.
Además, detalló que los sábados por la noche, con el apoyo voluntario de la comunidad y la colaboración con algunos alimentos aportados por la Municipalidad, sirven más de 1000 raciones de comida. “La semana pasada hemos preparado mil porciones y nos faltaron unas 40 ó 50 personas para poder darle así que mil porciones, los sábados, no nos alcanza”, precisó sobre una jornada marcada por la concurrencia de familias enteras, que también participan de sorteos con bolsas de alimentos.
A continuación, la entrevista completa al cura Daniel Petelín en “Despertá con Nosotros” (lunes a viernes de 7 a 9 por www.oidmortalesradio.com.ar):
- ¿Cómo está el comedor de la Gruta o qué está pasando?
- En el comedor de la Gruta no estamos recibiendo las partidas correspondientes en dinero del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Entonces, lunes y martes el comedor no estuvo abierto porque son 400 porciones de comida y, si en una casa que hay 4 ó 5 personas se necesita mucho dinero para comer diariamente, imaginá lo que es con 400 personas. Nos vimos obligados a cerrar porque no podemos endeudarnos porque después no sabemos si podemos pagar.
Hoy hemos abierto con colaboración de voluntarios que se enteraron que el comedor está cerrado y alguien nos trajo aceite, otro un poco de carne, otro un poco de arroz. Pero si no tenemos el desembolso para comprar los insumos vamos a tener que seguir cerrando.
- ¿Cómo es el trámite por el que les hacen llegar las partidas?
- Se deposita directamente en la cuenta corriente del banco que corresponde para el comedor comunitario. Hay una cuenta especialmente, o sea el desembolso viene directamente desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
- ¿Encontraste la manera de canalizar el reclamo?
- El único reclamo que tenemos es el llamado por teléfono para ver cuándo nos van a enviar el dinero y nos dicen: ya, en cualquier momento llegará. Eso nos dijeron la semana pasada porque es antes de fin de mes que llega el desembolso. Ya estamos a 4 de octubre y no llegó. Entonces nos dicen que "en cualquier momento" y eso puede ser mañana, pasado o no tiene fecha. Son palabras ambiguas así que sabemos que puede ser un día o diez días. Mientras tanto, no podemos abrir salvo hoy con esta colaboración voluntaria, sumado las 400 porciones de aquí son 100 que tenemos en San Andrés, sumando los chicos de distintos turnos y que también, este lunes y martes no pudimos abastecer el comedor.
- ¿Aparte de los 400 del comedor hay otros 100 de San Andrés entonces?
- Exactamente, sí. Hoy en San Andrés también vamos a abrir con colaboración voluntaria para poder auxiliar esta realidad, que no sea una comida como correspondería pero por lo menos es algo para alimentarlo.
- Para nosotros es un drama la inflación, imagino que también para ustedes lo es.
- Lo que sí es cierto es que la parte de dinero nos exigen una cierta cantidad de carne y demás, es imposible mantener la normativa porque el costo que se evaluó es por 6 meses, es decir viene la misma partida durante este tiempo. Cuando se originó la partida hace 6 meses el precio de la carne, la verdura era un precio y hoy es totalmente distinto así que tenemos que disminuir la parte de carne y aumentar alguna otra cosa como el fideo o el arroz. Es la manera de que puedan tener un alimento. Si nos tuviéramos que regir por los que nos indican no le podríamos dar de comer a todas las personas y es otra situación dolorosa así que tenemos que disminuir algunas cosas para que todos puedan tener comida.
-¿Dan de comer al mediodía o también a la noche?
- Solamente al mediodía en el comedor comunitario. Solo que, además de las porciones que se brindan de lunes a viernes, el sábado desde la época de la pandemia, hemos organizado un comedor para la cena ya que no hay comedores para ese día. La semana pasada hemos preparado mil porciones para el sábado y nos faltaron unas 40 ó 50 personas para poder darle así que mil porciones, los sábados, no nos alcanza. Esas mil porciones se organizan con colaboración voluntaria y la Municipalidad nos ayuda: en una semana nos da un poco de verdura, en otra un poco de carne. Es un poco, no nos alcanza pero la Municipalidad nos ayuda y agradecemos en este sentido. Lo demás es todo con colaboración de las personas de la comunidad a las que agradecemos profundamente.
- 400 por día en el comedor más 100 en San Andrés y después los sábados más de 1000 incluso.
- Sí, 1100 más o menos lo que tendríamos que preparar.
- ¿Esa cifra ha ido variando, lamentablemente tal vez ha ido aumentando a medida que la crisis se agudiza?
- Las personas aumentan según el cobro. O sea, si hay fechas de cobro de planes, en ese día vienen un poquito menos y hemos tenido, en algunos casos, 900 personas en vez de 1000 y algo. Pero, a la otra semana, aumenta muchísimo más. Entonces, nosotros sabemos cuándo se cobra porque en ese fin de semana disminuye, no en el comedor comunitario. Los sábados vienen personas no sólo de la comunidad sino de otras comunidades así que, los que tienen que venir de lejos, directamente no vienen cuando han cobrado porque el gasto lo tienen que hacer en colectivo o en alguna manera moverse.
- ¿Qué perfil puede trazarse de los que asisten: edades, por ejemplo?
- Los sábados vienen todos porque además se hacen sorteos. Vienen con niños, está la familia porque por mamás se les entrega un número y, al final, se hace el sorteo de una bolsa completa de mercadería y una cantidad de cosas. Se hacen varios sorteos de eso. Vienen todas las familias, de todas las edades. Lo que más nos preocupa son las personas mayores que no tienen otros ingresos así que viven del comedor y además algunos tienen dificultades de salud, que ya sabemos qué tienen otros gastos.
- ¿Sé que jamás pedirás documentación pero de dónde son entonces estimativamente?
- No son todos de la Gruta, sí anotamos nombre y apellido pero no anotamos las direcciones. Tenemos anotadas las cantidades y si son niños, adultos y demás.
- ¿Si comparás momentos, este es el más complicado en el plano de la asistencia social?
- No, no es el más complicado que fue en la época de pandemia. Fue mucho más complicado, más difícil para ubicar las personas para venir a cocinar, por los desplazamientos en el primer momento de la pandemia cuando las personas no podían ir a trabajar, no tenían dinero, no sabíamos de dónde conseguir el dinero. En este momento, tenemos más contacto y aunque sean muchas más las que vienen, tenemos más organizada la parte de voluntariado y servicio. En pandemia, cocinaba la gente en situación de calle que la teníamos nosotros en Casa de Lázaro. Teníamos 20 personas en situación de calle que, como no podían salir, cocinaban para todos. Fueron momentos muy difíciles.
