La frase es perfectamente audible y salió de boca de un estafador con tonada cordobesa, que fue grabado por un vecino de Concordia, que logró zafar de su verborragia.
Una cosa es contar cómo proceden los estafadores y otra escucharlos. Resulta fácil percibir la desenvoltura con la que proceden, el léxico de corte "profesional" que emplean y la llamativa tranquilidad con la que responden a preguntas nacidas de la desconfianza del ciudadano elegido como víctima. Este desparpajo explica en parte que hayan logrado embaucar a muchos abuelos a lo largo y ancho del país. En esta ocasión, el vecino concordiense se dio cuenta de que se trataba de un estafador y, en vez de cortar, siguió la conversación y grabó su contenido, para más tarde acercarse hasta la ANSES, reveló a El Entre Ríos la Contadora Patricia Rodríguez, gerente de la UDAI ubicada en calle Buenos Aires de la capital del citrus.
"No va a poder ser que yo llegue a un cajero automático hoy" respondió el ciudadano, cuando el estafador quiso convencerlo para ir hasta un cajero. No sólo eso. Enseguida lo apuró diciéndole: "¿No puede ser mañana? ¿sí o sí tiene que ser hoy? Me parece medio urgente. No tendría sentido que sea tan rápido".
El estafador no titubeó ni se amilanó. Enseguida improvisó un justificativo y el diálogo continuó en estos términos:
Vecino: - Sí, yo te entiendo lo que me decís, pero ¿si no me paga hoy, no me paga más entonces?
- ¿Quieres que dejemos para mañana?
- Dale. Lo dejamos para mañana. Si puede ser, mejor por la mañana.
- ¿En qué horario caballero?
- En el transcurso de la mañana, llamame.
- Bueno.
- Sabés lo que voy a necesitar. Vos me dijiste el número, ¿no? 11 24 69 74 82.
- Claro. Comunicate ahí caballero.
- En el caso de que vos no me llames, yo me comunico a ese número. Repetime el nombre, porque no tomé nota, para saber con quién me estoy comunicando.
- En estos momentos te estás comunicando con el Licenciado Augusto Fernández. Tomá nota.
- Disculpá la desconfianza, pero ¿cómo yo podría corroborar que esto es cierto?
- Una vez que se entregue la caja de ahorro, el incremento, dentro del banco de tu provincia, esto ya recae sobre una provincia y directamente ANSES casa central. ¿Me comprendés?
- Sí, sí...
- Bueno. Mañana estamos en comunicación.
- Espero mañana tu llamado. Si querés, llamame entre los primeros.
- Perfecto, perfecto. Hasta luego caballero.
- ¿A qué hora arrancás?
- Mañana estamos trabajando aproximadamente desde las 9 de la mañana.
- Dale. Yo espero tu llamado a partir de las 9 de la mañana.
- Vos aguardá mi comunicación. Augusto Fernández se va a comunicar.
- Muy bien.
- Hasta luego.
