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Son casi 60 las granjas avícolas que producen carne y huevos, en el área circundante al foco de Influenza Aviar, que se detectó en General Racedo (Diamante). Cómo se establece el área y cómo es el procedimiento de control.

Ya se sacrificaron, este fin de semana, las 13.000 aves afectadas por el brote de Influenza Aviar (IA) de General Racedo, confirmó el supervisor de Senasa, Cristian Gómez y agregó que “hoy (por este lunes), procederemos a la limpieza del guano de la granja”, dijo Gómez a Campo en Acción.
Además, explicó que deberán pasar 14 días para hacer el primer control, a partir de ahí, contarán otras dos semanas para que la explotación pueda volver a producir.
El primer caso en Entre Ríos
El pasado viernes 19 de mayo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria informó que el Laboratorio Nacional diagnosticó un caso positivo a influenza aviar (IA) H5, en una granja comercial, ubicada en la localidad de General Racedo (departamento Diamante).

La granja es de gallinas ponedoras con tres galpones, dos de recría y uno de producción. Además, está ubicada en una zona densamente poblada de aves y de producción avícola; de ahí la delicadeza de la coyuntura.
Zona avícola
“Fue el dueño de la granja y el veterinario responsable de la misma los que avisaron de la mortandad de aves que estaban teniendo. Actuaron de muy buena forma y eso habla de su responsabilidad por cuidar toda la avicultura”, había contado el dirigente avícola y presidente de la Asociación Crespo Capital de la Avicultura, Luis Niderhaus.

Asimismo, explicó la gravedad que implica para la zona, debido a que se centra básicamente en la producción avícola. “Tenemos las granjas muy cerca unas de otras y también las plantas de incubación, es una situación muy compleja y delicada, porque se pone en riesgo la economía de ciudades entera”, resaltó en diálogo con Canal6ERTV.
Casi 2 millones de aves
Ante la confirmación del primer caso, Jorge Venturino, veterinario especialista en avicultura y docente de la UNER, explicó que el “SENASA tiene un manual de procedimientos donde se determina una zona de foco, que es un perímetro de tres kilómetros, donde se toman medidas muy extremas, se impide el movimiento de productos avícolas”, señaló y agregó que “también, hay una zona de área de vigilancia, que son siete kilómetros más, marcando un límite circular a 10 kilómetros del foco”, remarcó en diálogo con Elonce.

Teniendo en cuenta que el primer foco de infección se produjo en el corazón de la zona productiva avícola, “es una situación compleja”, aseveró Venturino y agregó que “Crespo es densamente poblada, debe haber un millón trecientas mil gallinas (1.300.000) en todo ese radio y aproximadamente unos seiscientos mil pollos parrilleros (600.000), por lo que, sobre esa área, hay que extremar todas las precauciones, para que no se difunda y para que no entre en el resto de las granjas”.
Área de monitoreo
Suman casi 60 las granjas que producen carne y huevos en el área circundante al foco de Influenza Aviar, que se detectó en General Racedo, razón por la cual, los especialistas actúan con premura y la mayor precisión posible.

En el primer círculo sanitario, de 3 kilómetros, hay solamente dos granjas; pero al expandirse a 10 kilómetros, que es el área de influencia, se cuentan unas 60 granjas avícolas.

El especialista del Senasa especificó que ser estrictos con las medidas de bioseguridad, es clave para evitar la difusión de la enfermedad. “Cumplir con las normas es clave”, sentenció.

Gómez sostuvo que mientras las cosas se mantengan como hasta ahora, las granjas e industrias vecinas seguirán funcionando normalmente, pero bajo controles específicos ante cada salida de producción y fijando hojas de rutas que eviten el tránsito cercano a la granja afectada.
Fuente: El Once

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