«La Administración Pública es profundamente desigual, y en UPCN es una constante tratar de revertir esa característica, lo que a veces pasa por pequeñas cosas como puede ser en lugar de decir ´no docente´ a un trabajador de la educación, lograr que se lo identifique como ´auxiliar´. La función es la misma, pero le da una identidad distinta y reconoce derechos también distintos, por lo que ese cambio que parece mínimo, no lo es tanto. Trabajamos también para la igualdad en este sentido: ¿Cómo puede ser que trabajadores de Salud o del Copnaf que rotan cobren Rotación y las cocineras, roten y no cobren por ese concepto?», señaló el sindicato que conduce José Ángel Allende.
En lo salarial, el lunes 7 de noviembre el Gobierno cerró acuerdo con UPCN y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE): un 25% entre octubre y noviembre, y la promesa de que los salarios se ajustarán cuando se conozca el índice anual de inflación, más un 5%.
El índice de actualización apenas se diferencia del que se logró la última semana con los docentes: será un 7% en octubre, y un 18% en noviembre. De ese modo -luego de que el Gobierno corrigiera la información que había brindado- se concluye que se trata del mismo trato que alcanzaron los gremios de los maestros cuando firmaron un acuerdo por un 25%, con un 7% para octubre y un 18% para noviembre, más la cláusula antiinflacionaria del 5%. En ambos casos la mejora anual llega al 94,45%.
Aunque en el caso de ATE y UPCN el dato significativo es que la paritaria queda abierta.
UPCN reseña que en la paritaria no se habla solamente de salarios de estatales. «Transitamos todo el año en una misma dirección: defender la carrera administrativa e instalar la paritaria, especialmente la estatal, como un espacio político en el Estado provincial donde analizar, debatir y negociar soluciones para los trabajadores», señala el gremio en un documento a modo de balance anual. «¿Por qué decimos mucho más que salario? Porque la paritaria habilitó hablar de temas que no se trataban en la Administración Pública como por ejemplo, el ingreso al trabajo estatal. Puede ser que no hayamos alcanzado el modo ideal, pero avanzamos hacia la igualdad de oportunidades», observa.
«Nos propusimos hablar de carrera administrativa -sostiene el sindicato-, y el pase a planta, la estabilidad, las recategorizaciones, y las correcciones a muchos códigos fueron en esa dirección. El año que viene hay que profundizar este camino que marca la diferenciación en el escalafón». Y agrega: «En un año preelectoral haber logrado afianzar el puesto de trabajo, a través de la planta permanente o de la declaración de estabilidad en cada lugar y sobre todo en los puestos críticos es un logro inmenso, ya que la fuerza política que llegue va a tener que reconocer esos derechos. Eso es muy valioso para los trabajadores».
UPCN dice que todavía «hay mucho por hacer. Hay que trabajar en la modernización de los procesos vinculados a los trabajadores. Un expediente no puede estar dando vueltas tres años, se termina el plazo presupuestario, cae y hay que empezar nuevamente. Hay que organizar mesas de trabajo donde, en un mismo momento, distintas áreas tomen decisiones conjuntas para definir sobre un determinado tema». Y demanda al Gobierno la asignación de recursos para capacitación, la evaluación de desempeño o los concursos. «Es la única manera de tener continuidad en las políticas y terminar con la práctica cada cuatro años, de un lote de gente que se va y otro que llega al Estado», subraya.
«El manejo discrecional tiene que dejar paso a una administración pública con políticas públicas», plantea UPCN.
