El delincuente se hizo pasar por un cliente hasta que develó sus verdaderas intenciones, pero tuvo que salir corriendo porque no esperaba la reacción de la panadera.
Alejandra Alicia, la mujer que en ese momento atendía el mostrador, habló sobre el mal momento que le tocó vivir. “Yo estaba sola y entró un muchachito de unos 20 años o más. Llegó en una moto roja, la dejó ahí frente a la vidriera sobre Ituzaingó, entró y me pidió $35 de bizcochos. Todo normal, como cualquier cliente que viene a la panadería, lo atendí y, cuando me pagó, sacó un arma tipo revólver. Me apuntó directamente y me dijo que era un asalto”.
"Me dijo 'dame toda la plata' y en eso veo que venía un camión por calle Ituzaingó y le empecé a hacer señas y justo pasaba una chica caminando. Entonces yo empecé a gritar pidiendo auxilio porque me estaban asaltando”, detalló.
“Yo no dejaba de gritar y de hacer señas. Entonces, se ve que el asaltante se asustó porque salió corriendo del negocio mientras se metía el revólver en la cintura, se subió a la moto roja y se fue porque andaba solo. Al menos el que entró y se fue en esa moto andaba solo y a cara descubierta”, reiteró.
