“Me sentí muy honrada cuando la doctora (Susana) Medina me convocó, creo que esa actitud habla de su grandeza como ser humano”, destacó la querellante, cuyo pedido era “humanizar la Justicia”. “Sin duda -insistió- fue un gesto de humanidad y deseo que empiece a replicarse en toda la Justicia de la provincia”. Su próximo objetivo: una presentación ante el procurador general de Entre Ríos, Jorge García, “sumando nuevas circunstancias que han acaecido, a los fines de ponerlo en conocimiento y que, de ser posible, brinde algunas explicaciones sobre esta investigación que, lamentablemente, arrancó bastante torcida”.
En su momento, Marano Roude había denunciado un “obrar, cuando menos, negligente” de la Unidad Fiscal de Colón ante el fiscal coordinador de la jurisdicción, Fernando Lombardi, dando cuenta de “hostilidades”, “dilaciones” y “pérdida de pruebas”. “Éste me rechazó la presentación, la apelé a la Procuración y allí me rechazaron el planteo con una línea y sin dar mayores explicaciones”, trajo a colación, atribuyendo que “quizá fue porque, de darlas, deberían darme la razón en lo que les planteé”.
“En el plano judicial es sabido que, cuando planteás algo razonable pero por x motivo no te pueden dar la razón, te rechazan el planteo por cuestiones formales o en un renglón, sin fundamentar, que es lo que aquí se hizo”, agregó la querellante. Otro punto planteado por Marano Roude durante la audiencia en los tribunales de Paraná fue el supuesto “destrato” del doctor Rubén Chaia, juez de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay, que intervino en un momento del proceso.
“Cuando fui a la audiencia para constituirnos como querellantes colectivas, estaba sentada al lado de mi abogado y ni siquiera me preguntó quién era, qué hacía sentada allí, ni como me llamaba: fue un absoluto ninguneo y deseo que ninguna otra víctima tenga que pasar por esta situación”, manifestó.
